La luna que siendo la musa de todas mis poesías desde la terraza de aquella casa amarilla que en algún momento de mi vida fue un lugar lleno de amor y esperanzas altísimas.
El invierno estando durante semanas, los cuerpos buscando calor y todos reunidos en casa cercas de la fogata.
Algunos con la esperanza y eufóricos por la llegada de los rayos del sol atravesando su dedos largos y otros por perder la fe sus cuerpos desnudos decidieron dejar así permanecer.
Pues el frío había penetrando por cada poro de su piel, sintiendo su sangre fluir por cada rincón de su anatomía para esta revelarle que aún seguía viva.
Dónde su alma estaba gozando una armoniosa noche de invierno, dónde la fe resurge y el fuego vuelve a levantarse de entre las cenizas.
Aún así, la luna siendo testigo observó que ante la adversidad y la catástrofe que puede surgir en cualquier momento del día, la gran musa pueda llevarlos a una calma y seguridad de que algún día el sol volverá, y está manifestará su calor entrenado por los orificios de aquella casa amarilla.Cerré mi cuaderno guardando en la mochila.
Me encontraba en la azotea un domingo por la madrugada, el insomnio seguía intacto después de cinco vasos de leche.
Llevaba puesto mi pijama, camisa blanca y mis pies descalzos. El gran Morfeo se había olvidado de mí por completo, dejándome sin remedio, ¿Cuál sería el siguiente párrafo de mi poema?. Me pregunte.
Ver las calles vacías mientras todos duermen; mientras afuera el espectáculo sobre el cielo oscuro era encantador.
Llevaba dos meses desde que baje la guardia de lo que pasaba a mi alrededor.
En ocasiones cuando hablaba de algo siempre daba mi punto de vista por ambos lados buenos ya sea malo pero ciertamente me arrepentía si llegaba hacer sentir mal a alguien por mis comentarios.No lo entiendo, las personas dicen que es un derecho humano la libertad de expresión pero tienes que retener tus palabras para no ofender a nadie y lo entiendo pero el mundo no está aún capacitado para escuchar que todos pueden pensar de diferentes maneras y ello les molesta, no siempre debemos escuchar los que queremos nunca sabes a quien realmente le importas hasta que te dice en dónde estás mal.
Regresé adentro de mi habitación y ya que no podría dormir en un buen rato opte por poner un poco de música relajante y comencé por ordenar la ropa limpia que había dejado por la mañana ante de irme a la empresa.
Hace rato que había dejado de ir a la iglesia y habían cosas que no estaban del todo bien; no creía que fueses bueno ir después de lo sucedido, me sentía ajeno en aquel circulo social pero una parte de mi anhelaba poder volver a sentir esa calida presencia que no sabía que necesitaba hasta que lo conocí.
La muerte de mi abuela había puesto en pausa mi vida, una parte de mi sentía que le habían cortado una extremidad y no podía vivir con ello la respiración me era difícil de permitir.
No estaba soltando ningún sentimiento por miedo a que mi familia se preocupase era evidente que siendo cristiano debía mantenerme fuerte y hacerle saber a la familia que no podía tenerme una idea falsa de pronta resignación, ¿Por qué resignarse a creer que nunca más volvería a verle?, cuando mismo Jesús que siendo rey nació y se convirtió en hombre de palabra prometió que todo aquel que crea en él no se perderá más tendrá vida eterna.
Yo quería creer que así sería y quiero creer que va a suceder.
Aún cuando yo ya no esté aquí, se que nos volveremos a ver.
Abre tus alas es hora de volar
Con sus brazos abiertos el creador te recibirá.
De vida eterna te llenaras
entre leones y elefantes
Caminaras.
Porque las praderas más hermosas miraras
Y entre las nubes te veré bailar.
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Se hacen composturas
RomanceUna respuesta busco diariamente sobre cómo se pierde y se gana la fe, como se deja de ser cobarde y uno se vuelve valiente. Entre un mundo grotesco y una obra de arte que permita recrear escenas donde renace una vida pintoresca y agradable. Sospech...