El diario de la muerte || Touya Y Tú

《017》

Querido diario, hoy estaba en la sala común jugando con Eri, hasta que suena la ventana que da al patio Eri se asustó yo solo le dije que fuera a su habitación y que yo revisaría que era, lo cual  ella hizo sin pretexto alguno. Al salir vi a Dabi con una cajita roja con blanca y unas Rozas azules con una pequeña carta en ellas. La carta decía lo siguiente

"Mi dulce y tierna reina, pronto te gradúas y ojalá poder ver ese acto de cerca. Seras lo que más odio en esta vida, una heroína, pero eres la única persona que es la acepción para mi. Eres y estás siempre mi heroína favorita, pero también mi dulce y amada cachorrita."

—

¿Se puede saber que haces aquí?

—Vengo a dejar dos pequeños presentes, una rica manzana acaramelada para la pequeña Eri y unas Rozas para el amor de mi vida—Sonrie

—Como se que esa manzana no está envenenada?

—¿Porque enveneraria a la pequeña Eri?

—No lo sé, ¿haz visto Disney alguna vez?

—No, jamás

—Aún así no confío en que no le hayas echo algo a la manzana

Abre la cajita de la manzana y saca un pedazo lleno del mismo caramelo de esta

—Sabia que dirías algo así, preparé pequeños pedazos con el mismo caramelo de la manzana grande—Posteriormente mete ese pequeño pedazo en su boca y se lo come—No esta envenenada, la compré a un señor de un puesto de ferias

–¿Seguro que la compraste?

—Si

—Te creeré por solo esta vez

—ok

Agarro la manzana y las flores para darme la vuelta y entrar en la sala, al ver de reojo el ya no estaba allí, pues la manzana como si la hubiera preparado en casa y no alzar sospechas de nada

—¡Eri-chan te hice una sorpresa!

—¿¡Que es!?

—Taran—Saque la manzana en un platito rojo con la manzana y su palo en le medio y al rededor unos 4 pedazos de manaza

—¡Gracias!—Dijo alegre agarrando el plato y llevándolo a la mesa de la sala para poder merendar viendo su caricatura favorita