Fɪsʜ𓆜『•Minsung•』

Un atardecer

Han Jisung paseaba por aquellas vacías calles, tan solas como un bosque, tan solas como un poema de amor, tan solas como el chico que estaba en la cafeteria, tan solas como aquel abandonado parque, ni el imaginaría que allí, en esas calles tan solas, encontraría una compañía, que estaría con el, al igual que un hermano, al igual que un amigo, al igual que dos simples personas semejantes, al igual que aquellas palomas que se reunían a comer y, aunque se quitaran la comida, seguirían su trayectoria hacía su destino, juntas.

Simplemente entró en aquella cafetería, más sola que un acuario, pero concurrida como un cementerio.

Luego de aquellas gotas bajando sobre su piel, supo que necesitaba protección para no ahogarse en la inmersa tristeza de la lluvia.

Era uno de los tantos cambios radicales del clima en aquella ciudad, ¿era molesto?, a veces, ¿cambiaba el ánimo?, no, nunca lo hacía, a nadie realmente le importaba, por que, ¿a quién le importaría el clima?, no hay nada interesante en el, solo terminaba siendo el cambio de luz en el día, nada más, ¿por qué siquiera los cientificos vendrían a investigar sobre eso? ni siquiera les importa.

De echo, para Jisung era importante, muchas veces lo ayudaba a conciliar la inspiración, porque al fin y al cabo, la inspiración y el descanso era lo mismo, tienes que hacer algo para conseguirlo.

Pero, ¿que hacía? . . . el pintaba por hobbie y por trabajo, ya que vendía sus cuadros. Realmente su talento era innegable, con solo ver sus pinturas, te enamorarías de ellas, y de el, claro.

En eso, aquel chico solo de la cafeteria se acercó, y se sentó frente a el, admirando su arte.

Jisung alzó su rostro algo confundido, mirandolo lentamente, el chico sonrió tranquilo, como si nada raro hubiera pasado, como si se conocieran, como si fueran amigos de años, como si fueran más que conocidos y menos que una pareja, como si nada raro hubiera pasado.

"¡Hola!, ¿como te llamas?, dibujas lindo..."

"Uhmm, me llamo Jisung...gracias, supongo" y sonrió cortesmente.

"Lindo nombre, Jisung, ¿sabias que las palomas hoy dia no comerán por que empezó a llover?"

"¿Por qué no comerían? Se supone que tienen que comer todos los días, como la gente rara."

"¿Gente rara?"

"Si . . ."

"No lo entiendo, Sung."

"¿Acaso puedes definir lo normal?"

"No. Pero tampoco puedes definir raro."

"Es algo más extraordinario . . . si lo piensas, puedes decirle a alguién raro, cómo tú, en cambio es dificíl decir que alguién es normal, eso es raro."

"Woah . . . la verdad si me ofendí, pero gracias por tu explicación, aunque la palomas no podrán comer . . ."

"Es porque son tontas, si fueran inteligentes, ¿entonces, por qué no entran por esa puerta y se roban algún pan?"

"No tendría sentido, ellas no son como los perros."

"En realidad nada tiene sentido."

"¿Cómo que cosas?"

"Como el por qué me hablaste, por ejemplo."

"Oh, es que estaba aburrido, uhm, por cierto, me llamo Heeseung."

"Que bueno . . ."

"Si bueno, ¿me podrías hacer un cuadro de un atardecer?"

"¿Ah?"

"Si."

"Bueno, ¿de nada?"

"Uhum, si, gracias, te doy mi número para cuando nos juntemos, adiós." Dijo Heesung lléndose de aquel lugar moviendo la mano de un lado otro mientras sonreia, obviamente sin antes dejar su número anotado en una servilleta.

¿Realmente estaba interesado en la pintura, para qué la quiere?

Jisung dejó de pensar en aquello, y se dedicó a terminar su cuadro.

Después de estar almenos 30 minutos ahí, había terminado su proyecto.

Él, de echo, todavía estudiaba, estaba en su tercer año de universidad, estudiando bellas artes, aunque siempre quiso especializarse en color, tiempo después se dió cuenta de que no era lo suyo, y como no tiene tiempo ni dinero para tener dos especialidades, eligió la especialidad de la pintura, realmente el pintaba desde pequeño, pero había olvidado eso ya que lo habia dejado de hacer.

Y aquel proyecto suponía ser una de sus últimas notas, al final logró la máxima calificación. Que se resumía en un "Amazing" del profesor Seong-Woo.

Intentó hacer el atardecer que ese chico le había pedido. Lo intentó, claro que lo hubiera intentado, si tan solo el sol no hubiera aparecido, el realmente amaba la lluvia, mas el sol no, a veces era tan fuerte que parecia que te daba fiebre y te ponías muy rojo, aparte te quemabas en ocasiones, si tu piel en sí ya era un poco morena, ¿por que tenía que serlo más?, no había caso, Jisung odiaba el sol, y no había nadie que cambiara su opinión.

Fue directo a su casa, casi corriendo, y cuando llegó, prendió el aire acondicionado, y intentó relajarse, pero no contó con que llegara a cerra sus ojos entrando así al ciclo de una corta hibernación.