Mueres y caes en el limbo, no hay lugar para ti en el que todos llaman paraíso.
Pero tampoco el infierno te espera, ya que el mismísimo Diablo pasa de ti.
Así que solo quedas varado en un borde infinito donde siquieras puedes caer porque tu alma está destinada al olvido.
¿Y qué es más doloroso que no ser recordado?
Cada alma inclina sus actos hacia el bien o el mal, sabiendo que internamente siempre será recordada, excepto algunas; las que no dejan marca, incluso para ser juzgados después de la muerte.
Las personas en la tierra sin notarlo, o tal vez si lo hacen, caminan más y más sobre el hilo invisible. Y sin darse cuenta llamarán limbo a su eternidad; porque ni cielo ni el infierno saben que existen.
¿Todavía te preguntas por qué nunca tambaleas? Es que cada parte de tu cuerpo sabe el balance perfecto para no caer. Tus pies son amigos del fino hilo sobre el que te mueves.
¿Eres de los que nacen para vivir o nacen para morir?
Nada se siente más vacío que caminar en el olvido.
¡Incluso los habitantes del infierno cargando sus demonios se ríen de ti!
Pero nunca lo notas, porque cada respiro hace su milagro; te mantienen con vida.
Solo me pregunto ¿Es un milagro que los párpados al abrirse prefieran volver a cerrarse para no ver el mundo que los rodea?
Aunque muchos no lo noten, aún con tu corazón latiendo puedes caminar en el limbo mientras ves la vida pasar, y te dices ser feliz aunque sabes que la felicidad es esporádica y que solo te encuentras perdido. Pero entonces sigues caminando, recto, buscando su final. Solo que no lo encontrarás, porque el limbo es eterno.
