𝑷𝒊𝒆́𝒏𝒔𝒂𝒍𝒐 𔘓 𝑳𝒖𝒄𝒌𝒊𝒕𝒚 [𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕]

[Capítulo Único]

Hoy es la gran noche, Quackity por fin le va a profesar su profundo amor a Luzu. Había reunido un par de amigos días atrás para ésta ocasión, practicaron con antelación la canción que van a tocar hoy y además rentaron un par de trajes de mariachis para completar la serenata perfecta.

—Ok a ver, vamos a repasar todo una última vez. ¿Estamos todos presentes?

—Sí.—Un coro de afirmaciones suena, Quackity se limpia el sudor de las manos con el pantalón.

—Du.—El hermanito de Quackity da pequeños saltos, Merlon Vegetta gira un par de veces haciéndose notar; a ambos se les cae el sombrero de mariachi, Quackity con un suspiro limpia el polvo y los pone de nuevo en sus cabezas.

—¿Los instrumentos están bien afinados?

—Claro, los revisé todos esta tarde y suenan bien, además practiqué con Los Cucarachis.—Dice Fargan con una sonrisa alegre.

—¿Trajes limpios y planchados?

—Por supuesto tío, es una ocasión especial ¿Por quién nos tomas para traer un traje todo guarro?—Suelta Lolito alzando una ceja.

—Cierto perdón, ¿Quién tiene el cartel?

—Yo lo tengo, justo aquí.—La voz grueda de Sapo Peta se hace presente, alza un cartel de papel blanco y lo sacude en el aire.

—¡¿Dónde está el ramo de rosas?!

—Quackity lo llevas en brazos.—Rubius se lleva una mano a la cara, cansado un poco de la situación.

—...Ah sí, que pendejo.

—Mira no estés nervioso que todo va a salir de maravilla.—Habla de nuevo Rubius.—Todo está listo, todo está perfecto lo único que tienes que hacer es pararte ahí y cantar, así de simple.

—Sí Quackity, estamos todos preparados y empezaremos cuando tú estés listo.—El druida le entrega el cartel a los más pequeños de todos.

—Es que tengo miedo.—Los otros cuatro adultos lo miran interrogante.—¿Y si no le gusta y me dice que no?

—Por Dios, dime que estás de coña.—Resopla Rubius.

—Yo no creo que esté de coña.—Lolito hace una mueca.

—¡Venga ya tío! ¿Cómo dices que no le va a gustar? Quackity se nota a leguas lo mucho que te aprecia, nunca podría decirte que no.—Dice Rubius exasperado haciendo gestos con las manos para dar enfásis en sus palabras.

—¡Eso no es cierto! Además ¿Qué me estás queriendo decir, eh? ¡¿Y si siente demasiada presión social y termina diciéndome que sí aunque no quiera?!

—La verdad es que es bastante obvio lo mucho que se quieren.—Menciona Fargan, sus Cucarachis asienten con la cabeza.—No creo que Luzu sea del tipo que ceda ante la presión social ¿O sí?

—Yo a Luzu lo creo capaz de todo.—Menciona Lolito levantando los hombros como para restarle importancia a lo dicho.

—Son unos mierdas, son unos pinches cabrones de mierda.

—Tú tú tú, ¿Quackity qué te pasa?—Rubius, Fargan y Lolito se echan para atrás asustados por recibir un golpe del azabache.

—Creo que deberíamos sentir un poco de empatía por Quackity.—Dice Sapo Peta intentando calmar las aguas.—El chico está nervioso por lo que puede pasar, el futuro es incierto. Pero podemos asegurarte que ante cualquier respuesta de Luzu, vamos a estar aquí para ti.

—¿Ven pendejos? Así es como se consuela a alguien, gracias Sapo Peta.

—¿Cuál gracias? Encuerate.