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Narra Grecia Evans

Fabián manejado por la ira fue a buscar a Máximo, dejándome sola en la oficina. Sequé mis lágrimas tomé mi bolso y salí del lugar en el que no quería estar

Salí sin despedirme de nadie, tomé el ascensor común y salí de Vinos Campbell, solo tomé un taxi y le di la dirección del departamento de Fabián

El trayecto fue de cortos minutos, sin embargo mi mente trabajó rápido y caí en cuenta del día que había tenido...

Llegué y me detuve frente a la puerta, suspiré e iba a abrir la puerta pero fuí interrumpida

—¡Grecia! —gire y ví a Gabriela en la puerta de su departamento

—hola —dije por lo bajo

—Hoy fui a la oficina de tu prometido y no te ví —sonrío

Esa mujer era la persona más extraña que había conocido en el mundo, para los ojos de todos soy la prometida de Fabián, sin embargo ella me restregaba que era su amante en la cara, como se acuesta con él, no tiene vergüenza, y yo era muy inocente, aún...

—Espero que tú estancia haya sido cómoda —sonreí mientras abría la puerta

Ella se acercó hasta quedar frente a mi

—Oh sí, fue increíble. —sonrió con superioridad —También noté que su futura mujer no lo sabe complacer como se debe —dijo burlona 

—Siempre serás la otra —dije con algo de valor, el cual no sé de dónde salió —Yo soy la de los beneficios, tú no. Hazte a un lado y deja de humillarte a ti misma

Ella dió un paso más y quedamos cara a cara

—Ten cuidado niña —me miró de arriba a bajo —No sería muy difícil sacarte de mi camino 

—No puedes ir por la vida siendo la amante de hombres casados —volví a decir con valor

Ella tomó mi cuello con una de sus manos
—No se me olvida la bofetada que me diste —me soltó

—Me alegra que no la olvides —dije seria

Dió media vuelta y entró en su departamento, lo mismo hice y entre en la habitación, con pesadez me duche y cambie por pijama, me avente en la cama y mire el techo

Cerré los ojos, y dormí por un rato, hasta que sonó mi teléfono, con la mirada revise la habitación en busca de mi bolso con mi teléfono hasta que lo ví en un sofá

—¿Hola? —dije sin ver de quién se trataba 

—Hola, preciosa —mi piel se erizo y temblé —¿Ya no me recuerdas?

Era él, su voz. Aún en el recuerdo puedo oler su aroma a perfume costoso...

—¿Quien...quien...habla? —dije con miedo

—Sabes quién soy preciosa... Cada vez estoy más cerca, tranquila volveremos a vernos —cortó

Tire el teléfono al suelo y cubrí mi boca con mis manos, empecé a llorar, los recuerdos volvieron y luego, ví todo oscuro

*Flashback*

—. Tranquila mamá, regresaré temprano —. sonreí

—. De acuerdo —. Me abrazo,

Papá entró en la sala y le dió la mano a Tanner

—. Cuida de mi hija —. Dijo algo serio y reí

Mi hermano está serio, de la mano de Celeste, quien reía por su actitud.

—. Si mi hermana no está aquí a las 12:00pm te mato —. Dijo amenazante

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