Nací de la emperatriz Amelia Levine y el emperador Claude de Alger Obelia.
Mi madre falleció cuando tenía seis meses a causa de un intento de asesinato contra mi padre, todo ocurrió tan rápido que los magos y los doctores no pudieron hacer algo por ella.
Luego de eso mi padre fue la única persona que me quedaba, dándome todo lo que necesitaba, todo era perfecto hasta que mis siete años.
Fue a esa edad en la que el Duque Alpheus me convenció para que estudiara en el internado de Arlanta junto a su hijo, Ijekiel.
"Usted es la princesa heredera de Obelia y creo que lo mejor sería recibir la educación adecuada para que el emperador se sienta orgulloso de usted"
En ese momento no vi el trasfondo de sus palabras y solo creía en ellas, pidiéndole a mi padre ir aquel internado sin importarme nada con tal de convertirme en alguien digno del trono.
Mi padre acepto luego de mucha insistencia de mi parte y no tarde en irme a Arlanta.
Los primeros meses fue muy tranquilo y la comunicación entre mi padre y yo era buena, todo iba muy bien...hasta que aquella niña apareció.
La princesa ilegitima Athanasia.
Ella conoció a mi padre y mientras estaba fuera de casa hizo todo lo posible para tener todo lo que en algún momento fue mío.
Cuando llegue a Obelia todo era diferente, mi titulo ya no era de princesa Heredera sino de la segunda princesa, mi "hermana" Athanasia me había arrebatado todo en tan solo cinco años y a nadie le importo.
A nadie, excepto a él.
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