____ se encontraba recorriendo una por una las calles de la gran ciudad de Tokio. Una chica bajita, con un sedoso cabello color castaño, miraba sin cesar un mapa que indicaba cada avenida del sector.
Comenzaba a perder los estribos, hasta que de pronto divisó a una gran chica guapa.
—Cielos, que maciza. — Pronunció ____ con sus labios anaranjados.
—Hola hermosura, ¿habrás visto de casualidad mi billetera?—
____ no podía parar de mirar los abdominales de aquella semental. ¿Será este amor a primera vista?
La dama extraviada comenzó a examinar centímetro por centímetro la vereda, quizá si encontraba la billetera podría verse un poco más Galán y así conseguiría el número telefónico de su amada.
—Oh no, ¿tenías demasiado dinero allí?
—No realmente, jaja. Simplemente no sabía cómo iniciar una conversación contigo. — Confesó la celebridad.
—¿¡Qué!? ¿Es una broma? ¡Casi me infarto!— ____ no pudo evitar estrellar su mano en su frente.
—Bueno, técnicamente es un buen método.
—No me tomaré el tiempo de contestar a eso. A propósito, ¿Que sucede con tu camisa?
—¿Mi camisa? — se exaltó la chica de anteojos — ¿Que sucede con ella?
—Uhmm, puede que no lleves nada puesto.
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—Jolines tío, he olvidado portar mi camiseta. En fin nena, ¿quieres pasar a mi apartamento?
