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Lee Taeyong es encontrado ante este jurado culpable por la muerte del menor Lee Sungmin con sentencia a cinco años en la penitenciaria de Seúl...

Una lágrima escapó de los ojos de Taeyong antes de darse cuenta, sus grandes ojos ya estaban rojos, su piel aún más pálida,
No miro atrás, escuchaba el llanto de su madre y hermana, no quería verlas así, les había fallado,
Doyoung, no sólo su mejor amigo sino también abogado tomó el hombro de Taeyong disculpándose.

—Voy a apelar, te sacaré de ahí Taeyong.

No dijo nada pero asintió.
Rápidamente dos oficiales se acercaron para escoltar a Taeyong,
Su madre corrió a abrazarlo al igual que su hermana y Tae se tragó todos su sentimientos, de todas formas no es que pudiera decir mucho.

—Es hora de irse.

Uno de los guardias dio un tirón a su brazo.

—Doyoung no las dejes visitarme, cuida a mamá y que no vaya a verme.

Doyoung asintió.

—No, promételo, no la dejarás.

—Está bien lo prometo.

—Gracias.

Le dio su mejor sonrisa y un abrazo rápido antes de ser empujado nuevamente por los guardias para ser trasladado de inmediato.
El sabía que sería difícil ganar, en cierto modo pensó que lo merecía, una negligencia había iniciado con el final de su vida,
Pero el también se la había quitado a alguien más.

Fue despojado de su ropa, humillado y golpeado mientras lo ingresaban.

Agradecía no ser virgen y gay, el ser profanado no lo tomaría por sorpresa, era lógico, iba a ser violado apenas llegara la noche, o el día, no estaba seguro pero si lo estaba sobre su apariencia, era presa fácil, ya se había hecho la idea de eso y más,
Quizá debió ejercitar más, hacerse más tatuajes, uno en cuello quizá, llevar la insignia Yakuza...claro que eso sería ser un hombre muerto,
Quizá moriría en la cárcel nunca se sabía.

—Lee Taeyong eres el reo uno, dos, siete, cero, siete, dos. Al final del pasillo está tu celda.

A pesar de todo, los silbidos, las burlas y las palabras obscenas, se mantuvo con la cabeza en alto y controló su cuerpo con todas sus fuerzas para evitar temblar.

Llego hasta el final del pasillo finalmente y fue prácticamente empujado dentro, dos camas, tendría un compañero, su respiración se volvió pesada.

—Señor Park a quien me trae esta vez?
Un hombre alto, desaliñado con un tatuaje prominente el cuello y manos se posó en la puerta de la celda, su sola voz ya era lo bastante tenebrosa.
—No quiero ruido Jaehyun.
Rodó los ojos y levantó las manos de forma burlesca, el oficial no dijo nada más y salió del lugar cerrando la puerta y dejándolos solos, Taeyong dejó sus cosas en la litera de arriba, sus pocas cosas, apenas arrodilla básicos de higiene y un cambio de ropa. Siempre sintiéndose observado por el tal Jaehyun.

—Edad?
Taeyong trago saliva.
—Veintisiete.
El hombre asintió.
—Qué eras antes de llegar aquí?
—Médico...fue por negligencia.
Otro asentimiento.
No sabía exactamente porque estaba dando explicaciones, o quizá si, no era experto, pero tenía amigos japoneses, amigos que sabían sobre la mafia, reconoció la marca de los Yakuza en las manos, y por los símbolos en el cuello, su compañero de celda era quizá, la persona más respetada en esa prision ai es que no había otro más.

MIDORIMA (NCT couples)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora