Ya se le había avisado a su equipo que tendría una importante reunión con Oyster Cookie. Era común que el capitán tuviera esas reuniones debido a que él y Oyster eran aliados (En secreto, esposos; para el equipo del capitán era bastante obvio, pero fingían hasta que su capitán tuviera la gana de contarles lo que ya sabían). De igual forma, durante esas reuniones no se hacía más que hablar de negocios, barcos… ese tipo de cosas. Al menos ellos tenían entendido aquello.
— ¡Captain Caviar Cookie, Oyster Cookie está aquí, señor!
— Bueno, no la dejen esperando. Háganla pasar.
Oyster era acompañada de su ayudante, su Envoy, Mussel Cookie. Nunca salía ella sola de la casa sin que aquella galleta estuviera siguiéndola, era ya casi una tradición. Mussel dio un saludo de respeto al capitán.
— Descanse,
Bien dicho era que Caviar tenía ese aire de militar, era ya un rumor confirmado.
— Mussel Cookie, puedes retirarte ya… mi reunión con el capitán en esta ocasión es privada y agradecería tu ausencia.
— Entendido, señora —Mussel voltea a ver a Caviar.— Necesito que no haya ninguna complicación.
Caviar solamente asintió con una sonrisa, bueno, al menos estaba claro que Oyster los tenía muy bien entrenados.
Ambos adultos comenzaron a caminar desde la entrada de la Casa Caviar hasta la oficina del capitán, donde solían tener dichas reuniones. Era un asunto ciertamente peculiar... ambos vivían en la mansión de Oyster como la pareja casada que eran; pero se daban más visitas de lo habitual en la casa del capitán.
— Disculpa el desorden —Dijo Caviar.— Nunca sé cuando vas a venir para ordenar.
Oyster rio suavemente, negando, caminando al lado del hombre.— No es necesario que lo hagas... sería ciertamente un detalle, pero sabes que me enfoco en otras cosas. Pero una taza de té tampoco viene mal de vez en cuando...
— Veré que puedo hacer para la próxima reunión. Mientras tanto, deberíamos enfocarnos en esto.
— Opino lo mismo.
(. . .)
Entraron a aquella oficina con su fachada usual de personas que solo irían a hacer negocios, hablar de los viajes, rutas marítimas... todas esas cosas aburridas que la mayoría de aquel lugar no comprendía. Pero una vez pisaron ambos dentro, como si estuvieran en un mundo diferente; unieron sus labios en un beso hambriento del otro mientras sus manos comenzaron a explotarse mutuamente.
El capitán tuvo el permiso de posar la mano entre las caderas de su esposa, haciendo que sus cuerpos se unan más en un choque placentero que ambos anhelaban. Su mujer, mientras tanto, mantenía las manos detrás de su nuca; asegurándose de mantener sus labios juntos. No era uno de esos besos románticos que amaban compartir, era muy diferente. Ansiaba, buscaban calmar sus urgencias con la boca del otro. Jugueteos entre sí, una que otra mordida...
Finalmente, tuvieron que separarse cuando sus pulmones pedían a gritos aire, quedándose a una distancia inexistente de la boca del otro, suspirando entre los labios ajenos. Se miraron a los ojos unos segundos, hablando con su mirada.
— Quiero hacerte mía.
— ¿De nuevo?
— Mil veces si es necesario.
— Adelante. Quiero que me recuerdes de quien soy.
— Oh, tranquila —Dio un beso rápido en sus labios.— Nunca lo olvidarás.
Nuevamente, se volvieron a besar. Caminaron por esa pequeña oficina hasta la puerta, donde Caviar cerró la puerta en un estrallón con su pie mientras atraía el cuerpo contrario al suyo, sintiendo el calor de ella. Oyster sonrió en medio de aquel beso al sentir el impacto. Cuando se separaron, relamió sus labios mientras miraba a su esposo con cariño.
— Eres un tesoro. Quiero cuidarte.
— Mejor hazme sentir bien.
Esa fue luz verde para volver a besarla mientras tenía el atrevimiento para poner su rodilla entre sus piernas, levantándola levemente para hacerla suspirar en su boca. Como si ambos supieran lo que querían en ese momento; el capitán bajo las manos hasta sus muslos, apretando ligeramente para después tomarlos y alzarla (obviamente, con ayuda de la misma Oyster). La mujer envolvió los brazos detrás de su cuello sin romper aquel beso. Caviar caminó sin mucha dificultad hasta su escritorio. No era para nada muy formal, simplemente para trazar mapas o nuevas rutas, no tenía ningún uso tan importante.
Cerca del escritorio, con uno de sus brazos, hizo espacio de cada tanto instrumento que tendría en ese pequeño espacio; provocando que algunas cosas cayeran al suelo por ello. Coloco a su esposa en ese espacio, en ningún momento se atrevió a separarse de ella mientras estaban en ese momento tan íntimo de ellos. Al separarse una vez más, ni siquiera perdió el tiempo y fue directamente a morder con delicadeza su cuello, acariciando con su mano derecha su espalda descubierta por ese vestido que tanto amaba utilizar.
— Debería dejar mordidas por toda tu espalda, a ver si aun así usarías ese vestido…
— Lo haría hasta con más gusto, capitán.
Caviar continuo con sus mordidas en el cuello y caricias en el cuerpo, bajando las manos nuevamente a sus muslos para levantar uno levemente, dándose más espacio en el cuerpo de ella. Oyster, gustosamente, acepto esto. Hecho la cabeza hacia atrás mientras ligeros gemidos de placer salían de ella.
Oyster igual quería poner a su esposo tan necesitado como se encontraba ella misma. Bajo levemente su vestido, descubriendo más de su espalda, hombros, el inicio de sus pechos… mientras sus manos paseaban por el torso de su esposo, pasando sus uñas ligeramente por la piel; haciéndolo temblar ligeramente. Una mano fue a parar a su nuca, siguiendo el patrón de toques en esa zona. Caviar levantó la mirada, sonrojándose por primera vez a la excitante vista de su esposa mirándolo con deseo; perdiendo cualquier rastro de elegancia que tenía y mostrando su necesidad de tenerlo para ella. Ella, ella y solamente ella.
Sin mucho que agregar, el capitán fue rápido en deshacerse de su abrigo para tirarlo al piso, centrándose únicamente en la mismisma Oyster Cookie y su deseo de ella. No tenía ni quería tener la fuerza de voluntad para negarse a ella; mientras que Oyster decidió perder dicha fuerza para mostrar sus verdaderos deseos y pasar una noche de pasión con el mismimo Captain Caviar Cookie.
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"Reunión con el capitán." • Oyster x Caviar
FanfictionOyster Cookie tiene una reunión importante con el capitán. (ADVERTENCIA: LEVE NSFW).