Capítulo 4: ¿Maldición o bendición?

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Caminamos en la escuela llena de gente, pronto vimos a nuestro grupo de amigas.

Miriam fue la primera en notarnos, hizo contacto visual conmigo, ví como su cara se ponía más roja.

—Hola, chicas —dijo. Parecía confundida.

—Hola. ¿Cómo están? —Mei dijo lentamente, todas corrieron para alcanzarnos. 

—¿Y por qué ese gorro? —Miriam preguntó.

—uhh… es que tenía un callo —Mei respondió, levantando los brazos para tocar su cabeza. 

—¿Hicieron ejercicio esta mañana? —Abby preguntó.

—Yo las cubro, nenas —Priya nos entregó desodorante a mí y a Mei.

—Tenemos que hablar  —Miriam susurró, tocando mi hombro.

—Está bien —le respondí.

—Tyler le habló a todo el mundo sobre el Daisy market.

—Que tu mamá se volvió loca —la interrumpió Abby.

—Y que eres una pervertida —Priya terminó 

—¡Yo jamás sería-! —Mei se tranquilizó antes de hablar—. Tyler es un niño inseguro y tonto, hubo una conversación y se revelaron varios secretos incómodos, fin de la histori-

Sus ojos se pusieron brillantes, mientras miraba a un chico emo al azar. 

—¿Uh, mei? —agité mi mano frente a su rostro—. ¿Por qué miras a Carter Murphy, maphu? —pregunte, con curiosidad.

—¡No lo hice! —Ella respondió, miré hacia arriba y vi los dibujos de anoche.

Rápidamente moví mi cuerpo para cubrirlos, me miró confundida, miró a mi lado y vio más.

Trató de arrancarlo.

—Tyler los pegó en todos lados —dijo Miriam. 

—Mei, está bien, no te enojes —le dije consolándola. Miré a Tyler, estaba poniendo más dibujos. Pronto todas siguieron mis ojos.

—Devon, mi amorcito, bésame —dijo, burlándose de Mei.

Ví que la cola de Mei creció, rápidamente traté de cubrirla.

En ese momento, Tyler se escapó riendo.

—Vamos, Mei, deberíamos ir a clase —dije apresuradamente.

La empujé hacia el asiento al lado mio, Miriam se sentó a mi otro lado, dejándome en medio de ambas.

Rápidamente tomé un sorbo del té que mamá me dio. Mientras Mei Hurgaba en su mochila. 

—¿Ahora que tienen? —escuché a alguien preguntar.

—Tú no te metas —Miriam le respondió—. ¿Qué tienes? Se portan muy raras —preguntó preocupada.

—Las matemáticas hacen que me emocione  —dije, justo en ese momento entró el maestro, lo que evitó que Miriam me siguiera hablando.

Unos segundos más tarde, Miriam me pasa una nota.

"¿Segura que estás bien? <3"

"¡Sip! ¡Todo bien! :)"

Me pasó otra, se la devolví, me la vuelve a pasar señalando con el dedo la nota, la miré de reojo.

 "Tu mamá está afuera"

Lentamente mire hacia la ventana y veo a mi madre asomándose desde un árbol.

—Mei —susurré, señalando la dirección.

La miró y rápidamente escondió su rostro, pronto llegó el guardia de seguridad e intentó pedirle que se fuera. Lentamente giré mi cabeza hacia atrás y puse mi cabeza en el hombro de Miriam. Todo el mundo se estaba reuniendo alrededor de la ventana.

—¡Diganle que es mami! —la escuché decir, Mei se estaba muriendo de vergüenza—. ¡Diles que olvidaste tus toallas! —gritó, Mei se convirtió en su forma de panda rojo.

Mom nos miró con incredulidad, Mei corrió fuera del salón de clases, la seguí rápidamente. Escuché pasos, así que sé que no es otra que mi mamá.

La llevé al baño y puse un bote de basura en la puerta para cerrarlo. Una chica salió del baño y nos miró.

—¡Oh! ¡No me lo puedo cre-!  —rápidamente le tapé la boca y la puse de nuevo en el cubículo.

Alguien estaba llamando a la puerta, rápidamente nos forzamos a salir por la ventana. Seguimos corriendo y corriendo, Mei se detuvo en el daisy market, mirando a Devon.

—¡aooga!

Lo vi a punto de mirarnos, la agarré y la saqué fuera de la vista. Una vez que estuvimos en los edificios, dimos un salto largo, para colapsar sobre la puerta. Mei corrió adentro llorando, yo siguiéndola.

Miré a mi alrededor para ver la casa destruida, subí corriendo a nuestra habitación, pasé mis dedos o garras por su pelaje.

Cuando mamá vino y nos miró con horror, rápidamente cambié de nuevo a mi ser humano.

Papá ahora entró corriendo, mirando a su alrededor y vio a Mei y mi cabello naranja brillante.

 —¿Ya les pasó tan pronto? —preguntó sorprendido.

Mei se dio la vuelta. —¿Qué cosa dijiste?

Turning red |Miriam x F!Reader|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora