El invierno tenía que anunciar su llegada, pero en ese momento, no pudo conseguirlo.
-Bueno – dijo Chisato, confundida - ¿Cuál es la sorpresa? –
Takina suspiró fuerte, se le veía frustrada: "Carajo"
-Oye, tranquila – exclamó Chisato, calmada, con su humor – A veces, las cosas no salen como uno quiere, solo a veces – su risita se mezclaba con lo que decía.
-Pero... - triste, le da rabia que tenga razón.
-Al final – dijo, con otro tono, mas seria pero serena - ¿Aceptaste lo que te dijeron en la carta? Creo que te hace bastante feliz –.
-Sí, lo haré – dijo Takina. Se quedaba pensando si de verdad la hacía feliz, pero, aun así, positiva su respuesta era.
Se quedaron en silencio durante un rato. Miraba el paisaje: las luces amarillentas de los faroles del parque las acompañaban en aquella banca. El viento frío tocaba todo a su alcance, nadie se salvaba. Takina mantenía la mirada abajo, pensando, dudando, preocupada.
-Perfecto – de pronto, Chisato habló -Has lo que te haga feliz, siempre que una sonrisa sincera se forme en tu cara, todo estará bien, todo será bueno y perfecto – Chisato se levanta de la banca, Takina la imita.
-Ya es tarde – continua la chica de pelo corto -Mejor ve a tu casa, prepárate, mañana será el día ¡Ánimo! –. Extiende su puño en dirección a Takina. Un segundo, dos, reacciona.
-Gracias – suelta Chisato de su boca – Muchas gracias por todo, Takina. Gracias por trabajar tan duro en el café -.
-Gracias a ti – por fin levanta la mirada, con vida en esos ojos morados, una sonrisa sincera, lo que Chisato quiere ver siempre.
De pronto, Takina, agarra su puño con su mano, intenta meterse entre esos dedos. Chisato, solo suelta una pequeña risa, acepta: "¿Qué pasa niña?". Ahí, fue el momento. Sus miradas se cruzaron, los ojos de ambas tenían la misma vida, el mismo deseo. A la vez, la sorpresa cayó del cielo, un pétalo hecho de agua, frío, congelado: "Nieve...". Chisato siente el primero caer sobre su dedo junto al de Takina. Se deshace, ahora es agua, líquido que cae por su mano con la única misión de caer al suelo.
-Oye, Chisato – de pronto Takina empieza a hablar – Mejor, vamos a tu casa –
- ¡¿Ah?! ¡¿Y eso por qué tan de repente?! – se avergüenza, hace un poco mas de fuerza en la mano, sin soltar la de su compañera.
-Solo... – el frío no el responsable de sus cachetes, nariz y orejas rojas –No quiero dormir sola hoy – Chisato se queda sin palabras, se acerca a Takina.
-Pues no lo harás – responde a su petición en voz baja. Y esa mano, esa mano tan linda, pequeña pero adictiva avanza por el limitado espacio que hay entre ellas, va a su bolsillo. Takina siente algo pesado caer, suena metal y una especie de campanita, un llavero.
-Toma – acercándose a su cara poco a poco -Para cuando termines la misión – Takina gira un poco la cabeza, evitando que sus narices choquen. Solo dos centímetros de separación.
-Ahora ¿vamos? –
CONTINUARA...
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Sorpresa (Chisato x Takina)
RomanceLa última parada de su cita antes del gran día. PD: Twitter del autor de la imagen de la portada https://twitter.com/stcrong