Llegaron a la casa rápidamente. Bajaron las escales: "Bien, Takina, vamos a come- ". Se juntan los labios de ambas. Moviéndose agresivamente, con amor, con pasión. Takina agarra la cintura de Chisato, no la va a soltar, la lleva aun mas fuerte en dirección a su propio cuerpo.
-Oye – decía entre los pequeños lapsos de separación entre besos -Déjame llega- pero Takina, no escuchaba.
-Tu culpa por tratarme de esa manera – dijo Takina, mientras continuaba moviendo sus labios y jugando con la boca de su "amiga" ¿Qué son ahora?
Finalmente, Chisato empezó a ganar calor. Sentía su abdomen ardiendo, pidiendo a gritos: "Quiero ir más lejos". De pronto, Takina siente unas manos tocando sus piernas, luego suben, y empiezan a jugar con su trasero, jugando con su pantalón. Movía sus manos, acariciando, deseando. Takina soltaba pequeños sonidos de su boca, como el gatito que es para ella. Ahí, Chisato la levantó. La cargó como aquella vez: "Estoy tan feliz de haberte conocido".
-No te irás de aquí hasta que... -
-No lo haré – dijo interrumpiendo Takina - ¿Acaso crees que quiero? –
Una mordida, dientes intentando atravesar la piel, pero mentían, solo tenían hambre de deseo y amor
-Nadie querría irse una vez que estás aquí ¿no? – dijo Chisato, juguetona
-Yo seré la única, sí, y no, irse no es una opción – respondió Takina, acercándose cada vez más a la cara de Chisato.
Los besos continuaron. Chisato empezó a avanzar por la casa, invadiendo la casa de gatitos, besos, risas, alientos. El calor capturaba el pequeño departamento. Finalmente, entre besos, llegaron a la habitación. Chisato tiró a Takina a la cama. Arriba de ella, se quitó su abrigo y pequeño polo abrigador.
-Te va agarrar un resfriado, y vas a empezar a temblar – decía Takina mientras se quitaba también se desabrochaba la pequeña camisa debajo de todos los abrigos.
-Ay Takina, no sabes nada ¿o sí? – agarró la mano de la pelilargo y la puso en su abdomen, empezó a bajarla lentamente -Caliente ¿verdad? –
Era cierto. Sentía como su abdomen se calentaba. Esa piel liza, sentía un poco duro "No sabía que tenía tanto músculo". Su mano siguió hasta su entrepierna. Ahí, sobrepasó esa fina pared de tela que las separaba. Dedos, toques, intercambios. Chisato se movía un poco, se retorcía. Movía sus piernas con cada movimiento, sus pies y músculos de piernas se tensaban. La respiración de salía disparada de su boca, le costaba respirar, estaba agitada. Takina, obviamente lo notó, le gustaba verla así: vulnerable. Takina ha tomado la delantera, arriba de su "compañera".
-Si que estás emocionada... - decía Chisato entrecortada, con pequeños sonidos, como un gato: "Es como si maullara".
Takina también aumentó el ritmo de su respiración. Respiraba con su boca, con una expresión hacia Chisato. Sus mejillas rojas, sus ojos también de un color similar, esa piel blanquita, como a ella le gusta. Y así siguió. Gemidos, movimientos, retorcimientos, robadas de delantera. Finalmente, solo pasaron unas horas: "Unas horas eh..."
-Oye – decía Takina, mas cansada que nunca. Se acercó a Chisato, casi desmayada, risueña y un pequeño beso en la mejilla.
-Te amo –
-Yo más – respondió Chisato con una sonrisa emocionada y calmada en el rostro.
A dormir, mañana será un nuevo día.
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Sorpresa (Chisato x Takina)
RomanceLa última parada de su cita antes del gran día. PD: Twitter del autor de la imagen de la portada https://twitter.com/stcrong