De Rodillas Te Pido

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[Disclaimer: Todos los personajes son mayores de 20 años ]

Se escuchaba tenuemente el cantar de los pájaros acompañados de un insoportable zumbido. Le costaba levantar sus pesadas pestañas y aún más al recibir los rayos del sol sobre su rostro. Su cabeza dolía, su boca estaba seca y apestaba a alcohol, y para acabarla, el maldito aire acondicionado no estaba encendido para calmar su pegajoso sudor.

Hiro estaba sufriendo una resaca.

Se rindió en mantener su mirada abierta para intentar volver a dormir, pero un cuerpo ajeno se removió a su lado, haciéndolo saltar fuera de la cama.

—¿Q-qué...?, ¿Quién...? —Picó aquella figura cubierta por una cobija y esta solo soltó un gruñido cansado. Una mano morena era lo único que se asomaba fuera de su escondite.

Poco a poco, empezó a hacer memoria de lo que pasó ayer, recordando primeramente a su cita, Karmi, su viejo crush. Lo último que recuerda fue haberla besado mientras bailaban. Enrojeció de solo pensar en que se encontraba en su cama y empeoró su bochorno al notar que no tenía nada cubriendo su torso pálido más que marcas rojas.

Ay no, ay no, ¿Qué tanto pasó? Ni idea, pero a lo mucho, solo fue "faje" cómo diría su mejor amigo.

La figura se empezó a incorporar, haciendo que Hamada reaccionara y se tape los ojos. No podía ver muy bien que pasaba, solo la cobija cayendo al suelo y una descubierta espalda morena, estirándose, tronando sus huesos sonoramente.

—Uh... v-voy a buscarte una camisa... —Murmuró apenado, sabiendo que la chica no contaba con sostén.

—¿Hiro...? —Una voz masculina le nombró, dándole un escalofrío al asiatico.

—¿Miguel...? —Ni siquiera terminó de voltear para poder reconocerlo. ¿Cómo no reconocer la voz de su mejor amigo? —¿Qué pasó...?

—N-ni idea, solo recuerdo que... —Rascó su cabeza confundido —Que estabas con Karmi, se estaban besando y... ¿Creo que ella te llevó al baño?

Se cuestionó, recordando muy bien los labios de Karmi susurrando a su amigo, sus manos tomando constantemente del brazo a Hamada y finalmente, viendo su coleta larga y castaña perderse en el interior de una habitación la cual, logró reconocer como un baño.

—Entonces... ¿Ella hizo esto? —dijo sorprendido viendo su pecho, para luego ver el de su amigo —E-espera, ¿Esas también son... marcas?

—¿Eh? —Miguel bajó la mirada notando marcas ligeramente más oscuras que su tono usual de piel —Lo son, pero... no recuerdo haber quedado con nadie...

—Entonces... —Hiro abrió los ojos ante una nueva revelación —No puede ser, Miguel...

—¿Q-qué...? —Cuestionó inquieto, por el genuino pánico en los ojos de Hiro.

—Quiere decir que tu...

¡Oops!

No, no. No debíamos empezar por aquí, una disculpa. Creemos que la mejor manera de empezar esto, es por el principio. Ya saben, establecer más contexto, redactar uno que otro flashback y eso, pa' que empaticen un poquito más con estos muchachos.

Para eso, volveremos a la tarde del día anterior.

"Esto es tan... inusual" Pensaba Marco al ver desde lejos cómo Hiro se arrodillaba su amigo Miguel.

Hiro, el orgulloso, brillante e irritante, super genio, Hamada. Ese mismo, estaba justo frente a él, sobre una rodilla, sosteniendo la mano derecha de "su mejor amigo", Miguel Rivera. Es que hasta parecía propuesta de matrimonio, por dios.

La Misma Neurona [HIGUEL SHORTFIC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora