TAKE MY HAND | TWIYOR

baile de máscaras

Se miró una vez más frente al espejo mientras acomodaba su corbata, apenas ayer a Anya se le ocurrió mencionar algo acerca del baile de padres e hijos que la escuela organizo, a veces no entendía en qué mundo vivía su hija como para que se olvidara de contarle cosas tan importantes como lo era ese evento, era una gran oportunidad para la misión, claro que ella no sabía esto, pero seguía siendo algo que normalmente un niño le comentaría a sus padres; por suerte tuvo el tiempo suficiente para conseguir un buen traje para él, Yor se encargó de buscar su vestido tanto como el de Anya, lo agradecía infinitamente porque, aún pudiendo encontrar buenos vestidos, quizás no habrían sido de todo adecuados para la clase de evento al que asistirían, la visión femenina de Yor le servía mucho en ocasiones como esas, agradecía que fuera así, aún cuando en un inicio este matrimonio falso era solo para mantener apariencias, para este momento no estaba seguro de si hubiera podido lidiar por completo con la misión estando solo o con alguna otra mujer.

Salió de su habitación, revisando la hora en su reloj de mano, caminando hacia la sala preguntándose si ellas ya se encontrarían listas para irse, aún tenia y tiempo porque Loid quería asegurarse de que no hubiera ninguna clase de percance antes de llegar a Eden para el baile, pero quería confiar en que esa noche podía tener algo de suerte y que las cosas irían a su favor.

—¿Ya están listas?

—Lo estamos —aseguró Yor con una sonrisa mientras se revisaba que Anya no tuviera ningún cabello desalineado en su peinado.

Por un segundo se detuvo a admirar el escenario que aparecía frente a sus ojos, por la clase de vida que llevaba, jamás creyó que llegaría a vivir esta clase de momentos, había tenido parejas debido a las misiones, por lo cual el mantener una relación era pan comido, pero esto era completamente diferente, esto era tener una familia, algo dentro de su corazón se removió, recuerdos que ocultaba en lo más profundo de su ser luchaban por salir a flote, pero ese día no podía permitirlo, ese día era Loid Forger, esposo de Yor Briar, padre de Anya Forger, no era Twilight o cualquier otra persona, tenían que aparentar ser una familia normal o de otra manera la misión jamás rendiría frutos, todo esto por la paz mundial.

—¿Está todo bien, Loid? —preguntó Yor mirándolo de cerca, un poco preocupada, ya que, repentinamente él se había perdido en sus pensamientos.

—Papi solo está muy emocionado por bailar con ma —Anya interrumpió la voz de Loid antes de que siquiera pudiera responder.

Las mejillas de ambos enrojecieron, Yor al sentirse algo apenada y Loid por la vergüenza ¿Por qué Anya siempre se metía en las conversaciones de adultos para decir cosas tan imprudentes? aclaró su garganta, cambiando la dirección de la situación, no tenían tiempo para actuar como si fueran una pareja de recién casados, aunque, técnicamente eso eran, sin embargo, una completamente anormal.

—Será mejor que nos vayamos ahora, la puntualidad es una característica que siempre debe estar presente si buscamos encajar con esta clase de personas —comentó con una pequeña sonrisa, aunque la realidad es que solo quería irse de la casa antes de que la mala suerte que en ocasiones llegaba a tener atacara, no estaba seguro de qué podría pasar, pero prefería prevenir cualquier incidente.

Llegar al baile organizado por Edén se sentía como uno de los mayores pasos de la misión, el corazón de Loid se aceleraba de tan solo pensar los grandes avances que podría hacer si tan solo fuera capaz de acercarse cinco minutos para hablar con Desmond, por el momento, debía mantener la calma, mezclarse entre los demás y estar cerca de su familia para que, en primer lugar, no se viera sospechoso y, en segundo, no quedar como un mal padre y un mal esposo; de cualquier manera, Anya parecía estar muy feliz con su amiga, no le prestaba atención a su conversación, pero podía asumir con facilidad que las máscaras que se les fueron dadas en la entrada eran una gran fuente de entretenimiento para los niños, seguro que su imaginación estaba volando de mil y un formas, en especial la de Anya, era una niña muy imaginativa.