Capítulo 2

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Tarareaba una canción que salía suave por sus labios mientras se mantenía agachado en el suelo, sus rodillas tocando el piso y sus manos cerca de aquella cubeta, con guantes de plástico color amarillos, exprimia un trapo sobre esta para quitar el exceso de agua y continuar con su labor de fregar el suelo.

Kirishima solía aburrirse mucho estando solo en casa cuando Izuku no estaba, y aunque este insistió una y mil veces diciéndole que no tenía problema alguno con contratar a una sirvienta para que hiciera todo el quehacer de la casa. Kirishima pensó, que si no se dedicaba a las tareas domésticas ¿Qué mierda iba a hacer durante todo el día?

Saco el trapo de nuevo, algunas gotitas de agua con algún limpiador salpicaron de la cubeta hacia el suelo, y siguió pasando aquel trapo de aquí para alla, con aquella música sonando en su cabeza y siendo tarareada casi intencionalmente por sus labios.

Su teléfono comienza a sonar de la nada llamando su atención y haciendo que su labor se detenga por algunos momentos mientras alza la mirada y voltea a ver a su celular que esta reposando en la mesa de la cocina.

Suelta un suspiro cansado mientras toma impulso y se levanta del piso y camina hacia su celular. El nombre en el identificador de llamadas lo hace fruncir el ceño casi de inmediato, no se le olvida que al imbecil de su marido no puede dejarlo dormir tranquilo ni una sola vez. Joder, va a dejarlo en abstinencia un mes entero para que se le quite lo adolescente hormonal.

Aun así, ¿Por qué espero que alguien más lo llamara? ¿Por qué siquiera tuvo que ponerse a pensar quién es el que lo está llamando? No tiene amigos, ni trabajo, ni compañeros, ni nada. Solo Izuku.

-Izuku- contesta la llamada con un gruñido molesto mientras se reclina en la encimera de la cocina para comenzar a recitarle todas las quejas que tiene para el. -Debiste llegar a casa hace casi media hora, te estuve mandando mensajes y no tuviste la desencia de contestarme aunque sea uno. ¿Puedo al menos saber donde estas?

-¡Cariño!- y en cuanto ese monosílabo se escuchó, robotico atraves de la bocina de su celular, supo casi de inmediato que mierda estaba pasando, y solo lo hizo enojarse más.

-¿Estás ebrio Izuku Midoriya?- preguntó con enfado, pero el otro solo siguió con su fiesta.

-Amor, solo vine a tomar unos tragos con los chicos ¿eso esta mal?- Kirishima soltó un suspiro hastiado mientras llevaba una de sus manos a su frente y sobaba esta porque sentía que le iba a dar migraña.

-No lo puedo creer ¿Acaso eres un universitario? ¡Eres un adulto Izuku Midoriya! ¡Pide un taxi y vuelve a casa e este instante!- regaño de nuevo y le contestaron, pero no de la forma que el hubiera querido o esperado.

-Estoy caliente- le dijo en una voz ronca.

Al otro lado de la línea, había un chico de cabellos verdes quien se encontraba con un intenso rubor cubriendo sus pecosas mejillas, se había desecho del saco de su traje y había aflojado la corbata y desfajado la camisa. Después de decir eso último, se termino lo que estaba en su vaso y con una seña le dijo al cantinero que le sirviera otra.

-No estoy de humor para tus payasadas- oyó la voz de su esposo y fue directo a su miembro. No dimensionaba el hecho de que su esposo estaba de mal humor.

-Lo digo enserió Ei. Me excitas tanto- por el rabillo del ojo vio al cantinero poniendo su bebida en la barra y con la mirada le dijo que en un momento iba -Cuando llegue a casa voy a follarte como la puta que eres. Me imagino tu cuerpo desnudo esperándome en la cama, ansioso por que lo toque de nuevo, y cuando te lo esté haciendo vas a gemir tan bien cariño, no vas a hacer otra cosa más que suplicarme que te da más. Amor, se que te deje una buena dotación de semen esta mañana, pero necesito volver a llenar tu culo hasta el borde otra vez, me gustaría que te pusieras un tapón princesa, así mi semen estaría dentro de ti por mucho más tiempo. Me encanta despertar y lo primero que veo es tu bonito culo, se que aveces no lo notas pero mientras estas dormido te meto los dedos, y es que tienes un culito tan sucio y estrecho, me vuelve loco, me encanta tener una zorrita tan obediente como tu que siempre hace lo que le ordenó. ¿Sabes que me gustaría intentar? Quisiera que me la chuparas mientras saltas sobre un dildo, con tan solo imaginarme tus tetas rebotar, mierda, ya no aguanto necesito cojerte tanto, te convertiré en mi contenedor de semen personal- tomó de su vaso con un cóctel com bacardi y le dio un buen sorbo antes de seguir hablando -Joder, ojalá poder dejarte embarazada, te verías tan bien con una barriga redonda y unas tetas hinchadas y llenas de leche.

Ghost of you |DekukiriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora