El reloj apenas marcaba poco más de medio día, ella seguía inmóvil sobre la incómoda silla en la que se sentaba. En este punto, afuera el sol estaba radiante y entonces las tantas capas de ropa que llevaba encima comenzaban a molestar y provocar incomodidad, si no se apresuraba a remover alguna, más tarde comenzaría a sudar, pero la pereza y el sueño la tenían secuestrada desde hace un buen tiempo y apenas si se movía para cambiar de posición. Pérdida en su propia mente se auto recriminaba que no debió acostarse tan tarde la noche anterior, ahora le dolían los ojos y ya estaba cansada de escuchar a cada una de las personas a su alrededor. ¿Por qué daban tantas vueltas al asunto? ¿No es tan simple sólo fijar la sanción del infractor? ¿Por qué ese hombre tuvo que cometer tal crimen? ¿Por qué ella tiene que estar ahí para ajusticiar a alguien que apenas conoce y de quien no quiere saber nada?
El otoño siempre fue su estación favorita: mañana frías y tardes soleadas, pero ahora de repente lo odiaba, como odiaba que fuera domingo y que el sol estuviera magnifico afuera. Ese fugaz rencor rápidamente se convirtió en añoranza, quería que las nubes se apoderaran del cielo y lo llenaran con inmensas gotas de lluvia... quería estar acostada en su cama envuelta en su cálida manta en lugar de ese horrible y plano trozo de madera sobre el que giraba de un lado a otro. Pero nada podía hacer, sólo esperar pacientemente hasta que las manecillas del reloj indicaran el momento de marcharse.
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Escritubre 2022 (Retos literarios)
Science FictionSerie de relatos cortos de temáticas variadas, basados en el reto de escritura diaria durante el mes de octubre.