YeonJun, a palabras ciertas y concretas, era muy estrafalario y pintoresco.
Desde hacía muy joven, había mostrado cierto carácter de prudencia, perfección y madurez por encima al promedio de su edad; volviéndolo así el centro —y el rechazo— de cualquiera de las personas que llegaban a conocerlo. Aunque era un simple decir, porque nadie parecía poder soportar una presencia tan imponente y solemne como la suya por más de cinco minutos continuos.
¿Quién podría? No cualquiera, seguro.
YeonJun era de índole analítico-crítico por naturaleza. Cualquier detalle que le causara el mínimo conflicto se volvía el centro de su completa atención hasta que pudiera encontrar una respuesta que lo dejara 100% satisfecho. Su punto de vista sobre cualquier tema era óptico, concreto y acertado; dejando a externos sin aquellas palabras que a él parecían quedarle como excedentes en sus labios carmín como de porcelana.
Extremadamente perceptivo e ingenioso: así solían describirlo y a él le fascinaba.
En extremo sincero, esa era su mayor cualidad que orillaba a que su nombre fuese poco querido entre los allegados. Nunca hablaba en sí, pero cuando le surgía la necesidad de hacerlo, sus pensamientos externados eran el filo de la verdad misma que degollaban a los que vivieran en el mundo de la cobardía y las mentiras.
Choi YeonJun era un enigma en demasía complejo. Un lienzo en negro, con tanto que mostrar, pero tan poco descifrable para cualquier simple mortal de mente anclada, o nada más que mediocre.
Tanto era el repele de la gente hacía YeonJun, y tanta la indiferencia del susodicho de manera recíproca que, con el pasar de los años, generó cierta repulsión al contacto humano.
Amigos tenía pocos y, sin contar a sus padres, no le interesaba nadie más.
Con el pasar del tiempo, YeonJun se consideró abiertamente asexual. Más que pensarlo, realmente es que nadie —ni nada— le parecía ser digno de su enfoque de interés. Y el contacto humano —específicamente— le parecía bizarro e innecesario.
Para una mente bien organizada, esta deducción parecía tener lógica.
Eso no implicaba que hubiese personas sintiéndose atraídas por su apolíneo físico (porque... ¡Maldición! nadie era capaz de negar el atractivo de aquel joven adonis que era YeonJun; desde su ejercitada anatomía hasta esa etérea esencia de infante en sus facciones, pero tan fuertes y características que levantaba pasiones en cada lugar que se paseaba). Sin embargo, el número de interesados se reducía a prácticamente cero al no ser capaces de soportar tanta frialdad ni rigidez de su personalidad, así como el gélido de sus palabras rebosantes conforme expresaba sus ideales y pensamientos.
—Tal vez deberías de ser un poco más flexible con los demás si en serio quieres dejar conocerte —le dijo alguien en alguna ocasión al verse obligado a rechazar a una chica lo más hiriente posible, ya que esta no parecía tener intenciones de dejarlo en completa paz cuando le negaba cita tras cita, día con día, y su paciencia estaba rozando los límites impuestos por sí mismo.
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Psychotria ~ ʸᵉᵒⁿᵇⁱⁿ
Fanfiction"ᅳTus labios son tan malditamente hermosos, el significado mismo de una perdición segura de la cordura... ¿Me concedes el honor de besarlos?" ❈ 03/10/2022. ❈ Adaptación del one-shot original del KookTae al YeonBin de mi autoría. ⤿ Perfil: @universeK...