7. Besos de con sabor a Chocolate

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Capítulo 7: Besos con sabor a chocolate

Algunas personas afirman que cuando nos enamorarnos simplemente el ver a hacer esa persona puede hacer que tu corazón lata tan rápido que parece querer salirse de tu pecho, tartamudeas, balbuceas y dices locuras e incoherencias de las que luego te arrepientes, en ese preciso instante no eres tú mismo.

Y es así que el solo hecho de imaginar que la miraras, puede hacerte perder la cabeza, Damon se encontraba en esa situación, tenía en frente a la persona que días atrás lo había besado (por segunda vez), y a la par a su mamá que sonreía mientras ponía montañas de comida en la mesa y por otro lado su padre que se entretenía hablando de deportes con Mark, pero ¿Cómo habían llegado a esa situación?

Todo empezó un martes, casi una semana después de haber sido castigados, junto a todos sus amigos por saltarse las clases, no tenía permiso alguno de salir de casa y se dio la casualidad de que Mark quería verlo, claramente Damon no acepto la invitación, pero allí estaba levantándose de su cómodo sillón, mientras un loco tocaba incesantemente el timbre, casi desesperado porque respondieran; sus padres habían salido de compras, pero tenia estrictamente prohibido poner al menos un pie fuera de casa, sin prisa camino y abrió de la misma manera la puerta, en donde alguien muy sonriente lo recibía.

"Ahhhhh" suspiro para sus adentros, la calle vacía y pequeños ruidos de automóviles se podían percibir a lo lejos, pero más se molestó cuando sin previo aviso un beso lo sorprendió, empujaron la puerta y ya estaba acomodándose en el sofá "¿Qué haces aquí?"

"¿Acaso no dije que vendría a verte?, además necesiro que me ayudes con algo" sonrió, sacudiendo la muy poca resistencia que nuestro chico tenia, lo jalo del brazo, haciendo que se sentara junto a él, se acercó despacio y sus bocas estaban por unirse, de no ser porque la puerta fue abierta otra vez, obligándolos a separarse rápidamente.

"Aww, que lindo verte otra vez Mark, pensé que te habías olvidado de mi" mientras Karin repite estas palabras, Dylan entra y saluda sonriente al invitado no invitado, que se coló en una casa aun sin tener autorización de cierta persona que estaba a punto de correrlo.

"Pero ya se va" o al menos eso es lo que intentaba, pues entre más se relacionara con sus padres, le sería mucho más difícil alejarlo y más temprano que tarde sus padres se enterarían de lo que estaba pasando entre los dos, de lo que DAmon no sabia nada pues solo lo habían besado y aun no escuchaba ninguna explicación

"¿Qué?, sin cenar nadie se va de esta casa" esa era la cortesía que cualquier persona debe tener, y en esta casa no era la excepción "Solo siéntate, Damon y Dylan te van a acompañar mientras preparo todo" y como nadie dice que no, ahí los tenemos, tres de ellos sonriendo por sus conversaciones a veces sin sentido, y una única persona comiendo y comiendo hasta reventar y con la boca cerrada.

"Y nuestro niño hermoso, era tan gordito de pequeño, que todo el que lo miraba siempre quería apretujarle las mejillas y esos cachetitos tan rosados" y nadie supo cómo es que terminaron hablando de bebes, haciendo enojar más a Damon que no sabía dónde esconderse, ¿Podría hacerlo debajo de la mesa?

"Ma, no creo que a Mark le interese algo así" era más por vergüenza que por consideración hacia el otro.

"Al contrario, es divertido conocer más a mi 'amigo' hasta quisiera ver sus fotos" si esta conversación no terminaba, alguien se desmayaría por la fiebre, su cara estaba tan roja que le hacía agachar la mirada, víctima de la timidez que lo obligaba a tartamudear.

"Yo- yo creo que mejor me voy" como podrían sus padres estar riéndose en este momento, mientras que el salía corriendo.

"¿No es una lindura cuando siente vergüenza?" Mark solo pudo asentir, pues cada faceta ya sea osado o tímido le encantaba, y el descubrir algo nuevo le hacía sentirse más atraído a él, como no podría verlo tan lindo siendo un tomatito andante.

My Strange Boy (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora