II. Guilty.

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La facilidad con la que cualquier cosa puede hacerlo llorar es lo que Hyun Jin más aborrece de sí mismo. Esa facilidad, que se ha visto significativamente fortalecida desde que se hundió en este pozo.

Sea un momento de felicidad, un estrés ínfimo, o algo que implique un contexto mínimamente triste; cosas de esa índole pueden ser un motivo de llanto para su corazón sensitivo. Odia que sus emociones sean tan delicadas, odia las sensaciones que lo llenan una vez que las lágrimas empiezan a derramarse, y detesta llorar porque lo hace parecer muy vulnerable.

Desde siempre, este rasgo suyo ha sido una gran problemática, actuando como limitante tanto en su vida social y como en la amorosa.

En la niñez e igualmente en su adolescencia, sus compañeros de escuela lo acosaban con frecuencia porque creían divertido que algo tan insignificante como el simple hecho de ver a un insecto pululando a su alrededor o que le alzaran la voz —aún si no era de forma agresiva o como reprimenda—, hicieran llorar a Hyun Jin.

Los apodos embarazosos por su forma de ser eran constantes, y en la mayoría de las veces, las personas de su entorno se le acercaban con la intención de burlarse de él.

La pesadilla que vivió en sus años de secundaria lo marcaron como nada, inyectándole en el núcleo del corazón una profunda vergüenza por su persona, la cual crece cada vez que recuerda con amargura esos tiempos; sus compañeros escondían bichos muertos entre sus pertenencias para agitarlo, ocultaban su mochila en distintas partes del colegio haciendo que pase horas buscándola, en grupos le quitaban las cosas de las manos y lo hacían correr detrás de ellos por todo el campus hasta que se cansaba para luego tirar sus cosas devuelta a la cara. No lo dejaban en paz hasta que veían sus lágrimas asomarse mientras lo apuntaban con burla y se reían de él.

Sumado a las experiencias de su adolescencia, cuando alcanzó la adultez no mejoró demasiado en ese aspecto. Formalizar una relación fue imposible, porque sus pretendientes rompían con él al poco tiempo confesando no soportar su "inmadurez" al llorar "por todo" ni esas reacciones suyas "demasiado exageradas a cosas estúpidas".

Sabe muy bien que llorar no equivale a ser débil, pero siempre ha odiado hacerlo por todo lo que le causó a lo largo de su crecimiento. Nadie lo soportó ni lo aceptó con su vulnerabilidad, lo que construyó en Hyun Jin una inseguridad tan grande que no puede superarla por más que luche contra ella.

Pero Chang Bin marcó la diferencia.

En un principio, Hyun Jin se forzó a controlar su susceptibilidad para no disgustar a Chang Bin cuando recién empezaron a conocerse. Sin embargo, a medida que se acercaban y se enamoraban, la fachada de Hwang fue cayendo de a poco, hasta que Chang Bin la rompió con la hermosa confesión de amor que lo inició todo.

Hyun Jin se exhaltó, lloró de felicidad al mismo tiempo que rió, exponiéndose vergonzosamente ante él. Y Chang Bin lo aceptó, sin ningún adarme de duda.

Lo amó tal y cual es.

En lugar de reírse a costa de su sensibilidad o disgustarse por ello, Seo buscaría la forma de hacer que llorar se convirtiera en algo de lo que Hyun Jin pudiera incluso disfrutar. Lo acostumbró a que no se escondiera de él o intentara contenerse cuando quería llorar, y no permitía que sintiera vergüenza al hacerlo.

La melancolía le despierta los recuerdos de las sonrisas cálidas que Chang Bin le obsequiaba cuando empezaba a sollozar, la voz meliflua y colmada de amor con la que le juraba lo adorable que era y que no había motivos para avergonzarse, mientras acariciaba su rostro quitando las lágrimas con mesura, o besaba el rastro que estas dejaban en sus mejillas suscitando a Hyun Jin risitas retraídas entre el llanto.

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⏰ Última actualización: Mar 25, 2023 ⏰

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