𝕷𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖕𝖚𝖊𝖉𝖊 𝖘𝖊𝖗 • 𝕯𝖗𝖆𝖒𝖎𝖔𝖓𝖊

𝓤𝓷𝓲𝓬𝓪 𝓹𝓪𝓻𝓽𝓮

—Estas saliendo con el enemigo–Le reprocha Ron a Hermione, la cita de la castaña para el baile de navidad fué nada más y nada menos que el campeón de Durmstrang, Viktor Krum, que mostró interés en Hermione desde que llegó a Hogwarts el 31 de Octubre de ese mismo año para el torneo de los 3 magos.

—Cual enemigo, Ronald? El torneo de los tres magos es justamente para estrechar lazos entre los alumnos de las 3 escuelas–Hermione, que estaba a punto de llorar, no era tonta, sabía que la actitud hostil de Ron hacia la persona que consideraba su ídolo antes de regresar a a Hogwarts ese año es debido a los celos que tiene de Viktor por tener a Hermione como su pareja de baile.

—Para la próxima, aclara tus sentimientos e invítame al baile antes de que se te adelanten–Para este punto, la castaña ya estaba llorando por culpa de su amigo Ron, Harry no intervino en toda la discusión, sabe que no es su asunto, pero aún así concordó que Hermione estaba saliendo con el "enemigo".

Hermione se fué llorando a una mesa apartada de dónde sus amigos estan sentados viendo cómo sus parejas de baile estaban y convivían con otra gente, ella no vió para donde se dirigió Krum después de avisarle que iría a charlar con Ron y Harry y sinceramente no quería hablar con él, le haría preguntas y sería muy incómodo que supiera que él era la razón del enojo del Weasley.

Cuando tranquilizó su llanto, las brujas de Macbeth anunciaron que se despedirían de la velada con una canción tranquila, para bailar en pareja, Hermione solo se quedó pensando en que hubiera pasado si el Weasley le hubiera pedido que fuera su pareja en el baile o si nunca le hubiera dicho a Krum que iría con sus amigos cuando una mano pálida, de dedos largos adornados con anillos de plata y esmeraldas apareció en su campo de visión, invitandole a bailar, al subir su mirada vio a la persona que menos esperaría que la invitará a bailar.

—Malfoy, ¿Que es lo que quieres?–Preguntó con hostilidad la castaña, no es usual la amabilidad del platinado con la chica de sangre muggle.

—Solo quiero... Ejem, te veías muy sola y no veo a Krum por ningún lado, no es justo que te hayas arreglado tanto para él y no esté aquí contigo para darle un cierre adecuado a tu velada por eso te invito a bailar la última canción–comentó Malfoy con un tono de voz tímido y en sus mejillas se veía un rastro de sonrojo.

Hermione dudaba de sus intenciones, Malfoy nunca había sido amable con ella (ni con nadie en general) pero algo en ella le decía que confiará y bailará con él, y eso hizo.

Hermione tomo la mano de Malfoy y se adentraron a la pista de baile, Malfoy tomó la mano y la cintura de la castaña, mientras que ella sentía que su corazón se saldría de su pecho y esperaba que su pareja de baile no notará sus manos sudorosas.

La canción que tocaban Las brujas de Macbeth era tan tranquila que no alcanzaba ni a ser un vals, era para bailar de cachete, estaban tan cerca uno del otro que Granger tuvo el atrevimiento de recostar su cabeza en el pecho del platinado solo para escuchar el corazón acelerado de este.

Cuando la canción acabó, Hermione le anuncio a Draco que tenía que retirarse a su dormitorio, Malfoy asintió y la acompañó hasta las escaleras donde Hermione le agradeció por bailar con ella y el Slytherin tuvo el atrevimiento de dejarle un beso en la comisura de los labios a la Gryffindor, un sonrojo se hizo presente en el rostro de ambos y Hermione se apresuró a subir las escaleras y Draco a irse a las mazmorras de Slytherin.

Cuando Hermione llegó a su dormitorio, vió algo en su cama (bien tendida por ella misma) que no estaba cuando ella y sus compañeras bajaron al baile y ninguna de sus compañeras ha llegado, se acercó para inspeccionar. Era un pergamino enrollado y sujetado por un anillo de plata con forma de serpiente y con incrustaciones de esmeralda, al desenrollar el pergamino se dió cuenta que era una letra cursiva y elegante que decía:

"𝓖𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪𝓼 𝓹𝓸𝓻 𝓫𝓪𝓲𝓵𝓪𝓻 𝓬𝓸𝓷𝓶𝓲𝓰𝓸, 𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓼𝓯𝓻𝓾𝓽𝓮 𝓫𝓪𝓼𝓽𝓪𝓷𝓽𝓮, 𝓶𝓮 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪𝓼 –𝓓𝓜"

Hermione se pregunto que es lo que pasaría de ahora en adelante ahora que el rubio ocupaba un espacio en su corazón.