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Creo que aún recuerdo perfectamente ese día. Cuando bajé del coche. Ahí estabas. Quieto. Tranquilo. Capaz de poner nerviosa a cualquiera que pasase por tu lado con solo alzar tus ojos marrones.


Nos presentaron. Llámate X. Llámame como quieras llamarme.


Desde entonces solo sé

que pasaría todos los días de mi vida llamándote

sin siquiera pronunciar tu nombre

Que sin saber tú el mío

podrías llamarme cualquier día

en cualquier momento

y hacer que apareciera en cualquier lugar

contigo.


Llevas desde noviembre tirando fuerte de una cuerda

sin saber que llevo desde entonces andando de puntillas sobre ella

con el miedo a que me dejes caer

y esperando

que no la sueltes

y te vayas con otra

que te dé la mano y te deje caminar junto a ella

sin cuerda

ni altura

ni miedo a caer.


Acudir todas las noches

a tu cama

y susurrarte mientras duermes

que no hay ojos que me pierdan como los tuyos

ni sonrisa que me enganche como la tuya

que me sé de memoria tus hoyuelos

y que pretendo aprenderme tus lunares

que podría sumergirme en tu cuello

sin salir a buscar oxígeno

que son solo ochocientos setenta

y que no me cansaré de susurrarte

todas las noches

y en todos tus sueños


que eres mi casualidad mas bonita

DCCCLXXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora