FCIH PT2

Capítulo 251 - Formación del Castigo Celestial

Una vez que se habían empapado lo suficiente como para salir de la piscina, descendieron desde arriba jaulas de hierro en el espacio subterráneo, cada una de las cuales contenía un monstruo que no era ni humano ni bestia, algunos con cabeza humana pero a cuatro patas, con sus afilados dientes sobresaliendo, rugiendo y golpeando contra las jaulas.

Los monjes, que parecían entumecidos cuando estaban sumergidos en el charco de sangre, temblaban, sus ojos mostraban locura o desesperación, y las manos de Gu Yao no dejaban de temblar.

A pesar de que Chi Changye se encontraba sin poder ser detectado frente a Gu Yao, no pudo evitar que los silbidos y gritos llegaran a sus oídos, cuando alguien detrás de él gritó: "¡No - monstruo! No quiero entrar".

Gu Yao giró la cabeza para ver que eran los monjes que habían venido con ellos, siendo conducidos a la jaula con látigos para luchar contra los monstruos, o los monstruos morirían o los monjes morirían, y si los monjes morían, incluso su carne y su sangre se convertirían en comida en el vientre de los monstruos, siendo desgarrados y tragados vivos.

Chi Changye frunció un poco el ceño y habló: "Que observen durante un día y salgan al campo mañana, para que haya al menos una preparación mental, no sea que toda esta gente se desperdicie y no pueda entregar un número suficiente".

"¿Cómo es que el Hermano Mayor Qiu se ha vuelto misericordioso? Muy bien, muy bien, sigamos el consejo del hermano mayor Qiu, dejémoslos por hoy, todos ustedes mantengan los ojos abiertos y observen bien, ¿quieren vivir? Si quieres vivir, tienes que matar al monstruo para sobrevivir, si no, no podrás salir de aquí". El hombre que sostenía el látigo se rió y dijo.

Li Changhui y los demás se sentaron sobre sus culos, mirando la escena purgatoria con asombro y miedo. Antes de venir aquí, nunca supieron que había un lugar así en este continente Qianhao, y que estaba relacionado con la Secta Long Xian.

Chi Changye no se tomaba en serio las burlas de aquel tipo. De hecho, ¿cuántos de los cultivadores que se encontraban aquí, que habían permanecido en un entorno así, podían seguir manteniendo un estado de ánimo normal? Hace tiempo que se habrían retorcido y pervertido.

Los brutales asesinatos continúan hasta que uno de los bandos muere, y una vez más el olor a sangre llena el espacio subterráneo, haciendo que la gente se enferme del estómago, pero los cultivadores se ríen con abandono.

Pasó otro día, y fue una repetición diaria de esta aburrida y sangrienta escena de purgatorio, con material fresco que se traía de vez en cuando, y los que podían sobrevivir eran enviados fuera, pero en lugar de la libertad, se ganaba una nueva ronda de purgatorio.

Justo cuando era el momento de dar por terminado el día, el dosel de arriba volvió a abrirse y una vez más varios cultivadores cayeron dentro, Chi Changye y Gu Yao fueron a inspeccionar a los hombres y los enviaron a la jaula.

Los que estaban tirados en el suelo soltaban gemidos y quejidos de dolor, a diferencia de los de ayer, los de hoy llevaban todos heridas, y algunos maldecían el ejemplo de que los de arriba les habían dado algo que hacer, y que poner a la gente en este estado no era un problema para ellos.

Cuando se acercaron a ver a las personas en el suelo, las pupilas de Chi Changye y Gu Yao se encogieron de repente, luego se miraron y juntos agarraron a dos de ellos y los arrastraron en dirección a la jaula, encerrándolos junto a Li Changhui y los demás, luego volvieron a su lugar de descanso junto a los demás sin intercambiar nada con ellos, y los dos volvieron a su habitación, y sólo entonces Gu Yao mostró una mirada de sorpresa: "Creo que no lo vi bien. Creo que estoy en lo cierto, esas dos personas eran Lou Huaijing y Ying Muqing, ¿no eran discípulos de la Secta del Inmortal Long? ¿Cómo se han metido en esto?"