En el ocaso que pinta el espléndido y amplio universo, cuando midgar solo era océano y tempestad, se cuenta en nuestra genética que el legado que nos dejó la magia antigua fue un baile magistral de una bailarina de aura púrpura que habita en nuestro espíritu.
Cuando todo era agua por aquí y por allá llegó un momento en que las olas se mecían aburridas por la cotidianidad que su propósito les obligaba a cumplir, de hecho aquí ocurrió el primer hallazgo rebelde y evolutivo de toda la historia de este planeta pues de aquí surgió aquella ola frenética e impasible que quería desviarse de su propósito.
Cuando las olas dejaron de mecerse, una comenzó a dar grandes saltos y luego a dejarse llevar por el viento y el remolino, y si tan si quiera saber se creó la primera danza registrada en esta galaxia y no es por dejar a un lado a los monstruos marinos que con sus aletas ya seguían este patrón, sino porque de este suceso nació el primer espíritu de la historia, el primer dios, quien impregnó en nuestra sangre la necesidad de bailar como liberación y sanación del alma.
Esa ola ya no quería ser más una ola, ahora quería ser cosa aparte del eterno y sometido mar, debía tener su propia independencia y fue entonces cuando el sol, el fiel compañero de midgard, se dio cuenta de la existencia de esa mente nueva tan amorfa y extraña que pensaba y se rebelaba ante su naturaleza y propósito universal, la vio moverse a un ritmo que no marcaba el viento a pesar de dejarse llevar por él. La luna tampoco era ajena a este acontecimiento tan curioso pues también llegó a contemplar a la ola y a sentir su energía sanadora al moverse a su propio compás y que esto la llenaba de alegría, así que decidió esperar al encuentro con su amante eterno Sol; fue entonces cuando en un romántico eclipse ambos discutieron sobre este asunto y su relatividad.
– ¿Daremos de nuestra magia a esta mágica ola? - pregunta la Luna
– La verdad, bella luna, es que estoy cansado de notar que esta esfera vecina llena de agua no tenga más propósito que ser soplada por el viento ¿por qué no? Demosle de nuestra magia a esta rebelde ola que sin duda cambiará el rumbo de este funesto planeta vecino, será el primer paso para el cambio de nuestra galaxia.
Antes de que el eclipse acabara las lumbreras llegaron al sagrado acuerdo de cambiar el propósito de la majestuosa ola que luchaba por seguir. Fue entonces cuando el sol comenzó a evaporar el agua alrededor de aquella ola y la luna ordenó a una estrella bajar, entonces vapor y estrella se unieron y crearon un alma que en seguida fue cubierto por el agua de la ola y se creó un cuerpo vestido de algas y corales pintadas de negra como el universo. Aquel cuerpo empezó a tomar más forma y fue entonces cuando la luna y el sol dictaron al unísono.
- Extremidades largas con dedos para que las muevas al ritmo de tu alma, ojos para que cuando los mantengas abiertos te inspires con tu entorno, pero para cuando los cierres tu propia alma te inspire, tu belleza será reflejo de tu corazón, lo que bailes será expresión de tu capacidad mental y espiritual, es hoy entonces, bella doncella, que te creamos para que bailes tu danza magistral y crees tu propia galaxia de bailes infinitos, bailarina púrpura por tu aura mágica.
Y el cuerpo de aquella bailarina ya no yacía en midgar, ya no pertenecía a ese sitio, ahora bailaba en su propia sala de estrellas al ritmo de su propia música; movía sus brazos, se impulsaba con sus piernas, las caderas sostenían sus movimientos y los transmitía de un extremo a otro, su sonrisa estelar iluminaba sus ojos y es ahí donde la bailarina púrpura cumplió su verdadero eterno propósito con regocijo. Así que si alguna vez te preguntaste "¿fueron las hojas secas del otoño las primeras en bailar con la música del viento?" Recuerda que la bailarina púrpura fue quien les enseñó, pues es la diosa del baile.
Continuará...
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La Bailarina Púrpura (Acto I)
FantasyEl nacimiento de una pasión, la danza, de cómo los dioses forjaron a una diosa que deja en la mayoría de nosotros el interés y amor por el baile