¿Él o yo?

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-Toc toc- Dijo mientras reía por lo bajo.
-¿Quién es?- Preguntó inocente el pequeño.
-Soy yo- Ella estaba tan emocionada por ver a su hermanito feliz.
-¿Quién yo?- Volvió a preguntar.
-Tu hermanita, la que tiene gomitas- Pronunció riendo.
-¡GOMITAS! Gracias Perú- Resplandeció sonriente con unos cachetes para aplastarlos.
-De nada Bolivia, te fue muy bien en el colegio, te lo mereces- Habló mientras revolvía sus cabellos, aquella chibola si que quería a su hermano.

***

-¡¡Ya para Tahuantinsuyo!! ¡Siempre es el mismo rollo contigo!- Gritó furioso, resonando su voz en toda la habitación.
-¡Como quieres que me calme! ¡Se que has tratado de engañarme!- Exclamó desesperada y decepcionada. Lo que había ocurrido es que lo atrapó besando a otra mujer, por el enojo empezaron a discutir en la noche, cuándo sus hijos dormían, o eso creían.
Un country de tan solo 5 años fue despertado por los gritos de sus padres, así que todo desarreglado salió de la cama con su peluche de llamita en sus manos, se dirigió a la sala y los encontró discutiendo. Asustado solo atinó a decir:
-Mamá, papá, ¿qué pasa?- Apretó con fuerza su peluche.
-Nada wawita, vuelve a dormir ¿sí?- Contestó dulcemente su madre.
Él asintió y se dirigió a la habitación de su hermana, metiéndose en su cama y tratando de despertarla, hasta que lo consiguió. Ella preguntó que pasaba, pero el pequeño no decía nada, solo se acurrucaba más y más, a lo que ella lo abrazaba de forma protectora, dándole calidez y seguridad.

***

Al pasar los años ambos pequeños crecieron, Perú una jovencita de 14 años y Bolivia un niño de 9 pasaron por varias cosas:
○ El divorcio de sus padres; la corte decidió darle la custodia a Tahuantinsuyo, ya que era una mujer capacitada para criar a sus hijos, al contrario de su esposo, este mostraba irresponsabilidad y comportamientos violentos, por lo cual perdió el derecho de criarlos, aunque Tahuantinsuyo cedió a que él podía visitar a sus hijos una vez por tres semanas.

○ El fallecimiento de su abuelo, el Imperio Incaico, aunque los countrys tengan un rango de vida por mayor a los humanos, la muerte no discrimina a nadie. Esto causó un gran dolor a la madre y a los hermanos, le tenían un gran amor a su abuelo/padre, apoyaba a su hija y nietos, sin importar nada y siempre los consentía mientras podía. Así que la noticia fue devastadora para todos.

○ Por último, la llegada de los nuevos inquilinos, una situación que todavía no sucede pero ya se sabe. Esto fastidió de cierta manera a Perú ¿por qué debería convivir con personas que no conozco?, se preguntaba. Su hermanito adoptó su posición y le dijo a su hermanita que no se preocupara, ya que él la iba a proteger, el comentario hizo que Perú riera un poco, se supone que ella debe cuidarlo a él, no al revés.

***

Actualmente

-¡Boliviaaa! ¡Apúrate llegaremos tarde!- Gritaba desde la sala su hermana.
-¡Ya voy, ya voy!- Contestó, las vacaciones se habían terminado, y el primer día de clases estaba por iniciar. El pequeño fue corriéndo a la sala, para agarrar su mochila, bajar por las escaleras y encontrarse con su hermana.
-¿Emocionado?- Preguntó Perú.
-Mas bien nervioso- Dijo seguido con un suspiro.
-Cálmate, todo va a salir bien-
-Te lo dices a ti misma, ¿no?-
-Sí, que bien me conoces-
-Bueno, llevo viviendo contigo 9 años-
-Cierto, bueno transfórmate para salir-
-Ya lo sé, no tienes que decírmelo-
Una luz los envolvió, pasando de su forma country a humana. Perú, una chica de cabello marrón, con mechones blancos y rojos, de piel trigueña y ojos dorados como el oro. Mientras que Bolivia poseía unos ojos color plata, cabello café con toques de rojo, amarillo y verde, cabe decir que su piel era más clara que la de su hermana.
Ambos fueron rumbo al colegio, una mezcla entre caminar y correr, ya que era un poco tarde. Finalmente llegaron y se separaron, diendo a sus respectivos salones, no sin antes desearse buena suerte.