Il Fidanzato Del Boss ༉𝐕egas𝐏ete

Il Fidanzato Del Boss ༉ᵘ́ⁿⁱᶜᵒ

Gritos desgarradores se lograban oír a un corto alcance. Gritos de dolor de un hombre que estaba siendo brutalmente torturado.

Bajando unas escaleras te puedes topar con una puerta de acero, detrás de ella se encontraban múltiples hombres viendo como un chico mucho más jóven que la mayoría de ellos enterraba agujas por cada rincón del cuerpo del hombre sometido.

—¿Dónde diablos está el dinero?.—La voz amenazante del chico retumbó por la habitación.

—No lo sé, te lo juro que no lo sé.—La voz del hombre salió temblorosa, tal vez por miedo, por el llanto o ambas.

—A pesar de lo que te estoy haciendo, ¿Te atreves a meterme a la cara?.—Una sonrisa espeluznante apareció en el rostro del chico haciendo que todos en la habitación se estremezcan.

El chico se acercó a una mesa en la que se encontraban algunas cosas.—Tendré que ser más duro para que esa lengua tuya se suelte.

El chico tomó una pequeña hacha y con pasos intimidantes y lentos se acercaba al hombre.

Levantó su brazo con el hacha en mano pero cualquier otro movimiento fue detenido por le ringtone de un teléfono.

—¡¿Quién diablos trajo un teléfono aquí abajo?!.—Miró a todos en la habitación apretando la mandíbula.

Los hombres en la habitación se miraron entre ellos.

—Señor Vegas.—Uno de los hombre tomó el teléfono que estaba sonando arriba de la mesa dónde están las demás cosas y se lo extendió al chico.—Es el suyo señor.

El chico, furioso, tiro el hacha, dejándola caer al suelo, y le quitó de manera brusca el teléfono al hombre.

Miró la pantalla el nombre de la persona que lo estaba llamando y al leerlo su mirada se suavizó al ver de quién se trataba.

—Hi babe.—Vegas se recargo en la mesa y sostuvo en su oído con una sonrisa en el rostro.

—Hola, ¿Ya estás en camino?.—Una suave voz llegó a los oídos de Vegas.

—¿En camino?.—Vegas se encontraba confundido.

—Hoy íbamos a salir a comer curry, te dije que podía salir si le pedía permiso al señorito Kinn y acepto, bueno, con ayuda de Porsche logré que aceptara.—Comento el chico entre risas pero al no escuchar nada de parte de su pareja la intensidad de su risa disminuía.—Lo olvidaste.

La voz de su pareja sonó apagada. Estaba triste y eso hizo que el corazón de Vegas se estrujara.

—Cariño, lo sient—

—No importa.—Y sin más, corto la llamada.

“Claro que importa”.—Pensó Vegas.

Guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón y camino hacia la puerta de acero.

—Señor, ¿Qué hacemos con él?.—Preguntó uno de los hombres mirando hacia la persona atada que estaba a punto de desmayarse.

—No nos sirve.—Les dió una corta mirada a sus hombres.—Matenlo.

Y con toda la tranquilidad del mundo salió del lugar.

༉

Vegas se detuvo frente a una gran casa, se bajó de su motocicleta, pero mientras se quitaba el casco una fuerte patada le fue dada en la espalda haciéndolo perder el equilibrio y casi caer al suelo.

Se giró con rostro lleno de dolor notando la presencia de su primo Tankhun, notablemente enojado.

—¿Por qué fue es—