Capítulo 4

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Me encontraba en la empresa haciendo mi trabajo y solo pensaba en la noche anterior como pude ser tan descuidado y besar a Soleil aunque e de decir que me sorprendió que me siguió el beso. Continúe trabajando evitando que me ganarán mis pensamientos.

-Hoy pasaré la noche en casa de mi familia le digo a Soleil.

-Bien me dice.

Nos pusimos en marcha, al llegar salude a mamá y a mis hermanos cenamos juntos y luego me fui a mi habitación me sentía cansado, iba a meterme a la cama después de ducharme pero tocaron mi puerta. Abrí y era Soleil me sorprende que este acá.

- señorita Harford qué hace acá?
-Disculpe señor Kéldysh le pregunte a su madre si podía subir a hablar con usted y me ha dicho que si.
- Que quiere decirme? Es por lo de ayer?.
- No, eso ya está olvidado.
- Bien si no es por lo de ayer a que se debe.
- Me preguntaba si podría darme el día libre mañana ya que tengo algunas cosas importantes.
- Bueno mañana iré a una pequeña reunión, pero claro puedes tomarte el día.
- Gracias señor Kéldysh por su comprensión. Buenas noches.
- Buenas noches le digo y cierro la puerta, me pregunto a donde ira mañana, al menos podré salir con mis amigos.

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A la mañana siguiente me fui temprano a mi departamento hoy es el cumpleaños de mi tío y cada año lo celebramos juntos por eso le e pedido permiso a Alexei, isaac también a pedido permiso, por la noche iremos a cenar.

En la mañana aproveche a descansar y a limpiar mi departamento ya qué tengo bastante de no estar acá. Después fui a ducharme y arreglarme un poco ya que tenia que salir a buscar algunas cosas que necesitaba.

Aproveche para distraerme un poco y comprar presentes para mi tio, así mismo compre algunas cosas que necesitaba mientras tomaba una deliciosa limonada qué había comprado en un puesto, me dirigí aun salón para hacerme el pedicure y arreglarme las uñas de las manos.

Después de horas ya había caído la tarde así que era hora de empezar a arreglarme, después de una ducha relajante, empecé por humectar mi piel a pesar de mi trabajo me gusta cuidarme ya que mi tío lo que menos quiere es que me olvide que soy una dama a como el suele decirme, así que siempre me cuido y no solo porque el lo diga si no que también porque me gusta.

Un vestido verde fue el elegido para esta ocasión es un vestido muy lindo, aunque no es un vestido que llame demasiado la atención pero es muy apropiado para el lugar que vamos. Unos tacones dorados fueron el complemento perfecto para dicho vestido en cuanto al cabello lo deje en una trenza un tanto esponjosa y ciertos cabellos sueltos en la cara, no era un peinado super elaborado o difícil pero era uno de los que la gente pensaría que algún profesional me lo ha hecho y se veía muy bien, me maquille un poco y termine de complementar mi vestuario con unos accesorios, unos aros dorados una pequeña esclava y listo, collar no utilice ya que el vestido era de un hombro.

Mi tío y mi primo se habían arreglado solo me estaban esperando, en cuanto llegué me dijeron lo bien que me veía e inmediatamente nos fuimos al restaurante. Al llegar al lugar nos indicaron la mesa que habíamos reservado nos sentamos y empezamos a ver el menú mientras conversábamos un poco, ordenamos y después de un rato nos llevaron nuestro pedido. En el restaurante le llevaron un pastel a mi tío en el cual le escribieron feliz cumpleaños, todos los años hacíamos lo mismo veníamos al mismo restaurante en su cumpleaños ya que es el favorito de mi tío, se preguntaran porque siempre el día de su cumple veníamos y la respuesta es fácil es el único día en el que el venia ya que este restaurante era el favorito de mamá y siempre celebraban aquí ya que les encantaba venir juntos y hablar, así que es como una tradición que tenemos en su cumpleaños siempre en este día terminamos poniéndonos nostálgicos, mi tío siempre me instruyó en el buen camino cuando mi madre y mi padre murieron y no solo eso me dio amor y siempre se encargó de que recordará lo bueno que fueron mis padres conmigo lo mucho que me amaban, mi tío y mamá eran unos buenos hermanos que siempre se apoyaban siempre se tenían el uno al otro, se amaban mucho, claro que tenían sus peleas pero eso nunca les impedía qué se tuvieran ese amor fraternal solo eran ellos dos contra el mundo. Entonces así mismo me crío con mi primo, a querernos y a apreciar la familia que somos y siempre demostrarnos lo mucho que nos queremos mientras podamos.

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