Todo Final Tiene Un Comienzo

Capítulo 5

Ya llevaba 6 meses en que no veía a Jimin.

2 meses se la pasó suplicando.

3 meses Jimin agarro sus maletas, para irse del país.

6 meses desde que se fue para no volver.

No podía creer que ya llevaba bastante tiempo sumido en el dolor, pena y tristeza.

Sumido en el caos y la soledad.

¿Cómo llenaba ese vacío que dejó Jimin? A diferencia de otras personas que van a beber, drogarse y follar con cualquiera para ocultar su dolor y pena. Él empezó a estudiar más para sacarlo de su mente. Inscribió varias materias a la vez para estar ocupado, se inscribió al gimnasio para matar tiempo, porque estar en casa era doloroso, había tantos recuerdos, tantos momentos vividos es ese y muchos lugares a lo que iba solo para sentir más dolor, pero a pesar de eso no tenia valor para mudarse a otro lado. Ese lugar era el recuerdo nítido donde una vez hubo una persona que él amo con todo su ser y terminó destruyéndolo.

Era su penitencia.

Se sumió, en el estudio y la buena salud, estudia varias horas y se alimentaba de puras ensaladas dejando de lado la comida chatarra. Sin embargo no era suficiente... cuando llegaba la noche para ir a dormir  siempre lo recordaba. Su sonrisa, su abrazos, su cabello, sus ojos, su olor....su olor fue desvaneciéndose con el tiempo, y con ello las lágrimas. Para ya no seguir llorando como magdalena, ni soñar con Jimin moribundo, se ponía hacer ejercicio a las 3 de la mañana, hasta que sean las 5 de la mañana para ponerse en marcha e ir a su universidad. Y así, estuvo durante un año monótono, hacía las misma cosas. Era un círculo vicio que empezó a llenarlo de una manera inexplicable,  ya que en ese horario que se había impuesto no dejaba a su mente divagar lo suficiente como para volver a sufrí. Hasta que se graduó con honores.

En todo ese año Morfeo no lo visito, porque Jungkook se lo impedía. Solo dormía una o tres horas. No pudo volver a dormir profundamente como antes, la falta de contacto se le hacia demasiado, y cuando llegaba la noche y no estaba ese cuerpo caliente a su lado, es cuando recordaba el dolor y el desgarró, por más que se cubriera con moles de sábanas ninguna lo calentaba como él lo hacía. Era jodido.

Se sumió en una depresión fuerte donde no debajo que nadie se le acerque, ni él se acercaba a nadie. Todo su día empezaba solo y terminaba solo, fue algo triste de ver. Como ese chico risueño y alegre perdió su sonrisa y sus ojos brillantes para sumergirse en la oscuridad, tanto que hasta descuido su aspecto, no se bañaba, no dormía ni se alimentaba bien. Después de todo ese desequilibrio que tuvo se dio cuenta que asi nunca avanzaria. Del dolor empezó a llenarse de rabia.

Empezó a maldecirse a él y a Jimin. ¿Cómo era posible que le creyera a sus amigos? ¿Cómo era posible que Jimin desconfiara de él?¿Cómo era posible que Jimin haya caído en el juego mal intencionado de su amigo?¿Por qué se dejó llevar?¿Por qué se fue?¿Por qué me abandono? ¿Porqué no me creyó si nunca le menti? Una y otra vez venían más preguntas a su cabeza y no hubo nada ni nadie que las detuvieran ni quien las respondiera.

Pensó que ya lo había superado, se sentía seco de tanto llorar, y él dolor ya no estaba. Así que se dijo que ya estaba dando varios pasos adelante y eso lo lleno de orgullo.

Hasta que vio una video antiguo de ellos dos juntos. Fue el detonante para volver a llorar y que el dolor se expandirá otra vez. Y también para volver a recaer.

Quería que dejará de dolor.

Quería que se detuviera.

Quería dejar de sentir.

Una y otra vez bailaba una idea por su cabeza, una idea que lo lastimaria y lo marcaría de por vida. Una idea que le quitaría el dolor del corazón, pero era tan cobarde que no se animaba. Solo en su casa, en su baño frente al espejo se encontraba él y el bisturí en su mano. Lo tenía ahí a unos centímetros de su piel, le quemaba las manos para acercarlo más y que perforada su cuerpo ansiaba la anticipación mas sin embargo nunca llegaba el momento. Tiro el bisturí en el lavado, se agarró a los extremos y lloró.