Me levante cuando sonó el despertador. Hoy empezaba las practicas para el curso de fotografía y estaba nerviosa. Me vestí y sin desayunar me fui a el estudio. Era el reportaje para el hijo de un famoso, no sabía quien ya que no me lo querían decir. Aparque mi Seat en el primer aparcamiento que vi y entre al estudio. El estudio era increíblemente lujoso y me sentía una pordiosera con la ropa que llevana: un pantalón negro roto y una blusa azul cielo.
-¿Isis Parquer?- me pregunto una chica alta y morena.
-Si, la misma- seguí mirando el lugar con la boca abierta.
-Sígueme porfavor.
Seguí a la chica por un largo pasillo, estaba decorado por flores.
-Aqui el resto del equipo. Si me necistas soy Isabelle-me dijo sonriendo.
-Gracias-musite nerviosa.
Entre y vi una gran sala llena de focos y buenas cámaras. Esto si qué eran buenas herramientas de trabajo y no las de la universidad.
-¿Isis?-me dijo un chico alto con rasgos asiáticos-soy Magnus el director del reportaje.
-Encantada.
-Te presento a Alec- dijo señalando a un chico alto, moreno y ojos azules- El es el que lleva el tema de las luces.
-Bonitos ojos-me dijo mientras me tendía la mano- ¿Son lentillas?
-Eso no tiene importancia- dijo Magnus llevándose a Alec- ya mismo vendrá Jace.
-¿Jace?-pregunte- ¿Se encarga del decorado?.
-No pequeña-Dijo Magnus- El es Jace Pitt, el hijo mayor de Brad Pitt.
-¿El adoptado? ¿No tenía otro nombre?
-¡Ese no!- Magnus se reí como un loco- Un hijo que tuvo con Jennifer Aniston, tiene 18 años.
-Oh-dije- Voy a ver la cámara.
-Disfrutala- me guiño un ojo y se fue.
Era una Nikon, no era de las mejores, pero podría hacer un gran trabajo con ella. Entonces una voz masculina grito:
-¡Yo quiero mi coche! ¡Y lo quiero ya!
Me giré y vi a un chico alto, rubio y de ojos dorados. Era guapo, y muy sexy, pero un hijo de papa. Entonces me miro y me sonrió pervertidamente.
-Vaya, tenéis buen gusto para las fotógrafas- dijo mirándome de arriba abajo.
Me gire para seguir viendo la cámara.
-Gilipollas- murmuré.
Entonces alguien se acerco por detrás y me susurro.
-Te he oído, amor mío- dijo en mi oreja.
-1º no soy el amor de nadie y 2º alejate de mi.
-A sus puestos- grito Magnus.
Alec arreglo las luces para dar mejor enfoque.
El decorado era un banco y un pasaje otoñal nublado.
Jace se sentó en el banco cruzado de piernas, apoyo un brazo en el respaldo y miro a la cámara con una sonrisa preciosa.
-Vamos no tengo todo el día, fotógrafa.
Baje del cielo y me puse hacer mi trabajo. Jace sabía posar bien, con eso y mi dote para hacer fotos salieron unas fotos increíbles.
-Unas buenas fotos Isis- me dijo Alec- felicidades.
-Son buenas porque salgo yo- dijo Jace- no te ilusiones fotógrafa.
-Tengo nombre- dije cansada de él.
-Sí, fotógrafa- dijo riéndose.
-Haya paz- dijo Magnus- Mismo sitio y misma hora, ¿vale?.
Asentí y me fuera para beber la tónica que me había traído.
-Esa fotógrafa estaba buena- dijo la voz de un chico que no conocí- si no te la tiras tú, me la tiro yo.
-Tengo novia- dijo la voz de Jace.
-Vamos Jace, sé que te tiras a todas las tias que puedes.
-Sebastian, me conoces muy bien. Esta ya es mia.
Su voz se fue apagando conforme avanzaban a un coche negro.
Puto niño malcriado. Me subí al coche y fuí al restaurante que había quedado con Maia.
-¿Que tal tu primer día?- me dijo Maia nada más me vio.
-Bien- dije- si no fuera por un niñato que intenta tirarme los trastos.
-¿Cuantos años tiene?- dijo mientras cogía una patata.
-18, intenta ligar con una de 21- puse los ojos en blanco.
-Le irán las maduritas.
-¡Oye!- le tiré un trozo de corteza de pizza- no soy tan vieja.
-Enamoralo - djo pensativa.
-¿¡QUÉ!? Ni de coña- la miré como si estuviera loca.
-Hazle sufrir.
Termine de comer y fuí a mi casa, Maia había quedado con su novio Simon. No haría caso de ella y punto. Total solo estaremos juntos unos días.
Mientras me duchaba sonó el teléfono. Salí del baño corriendo, me resbale mientras cogía el teléfono.
-¿Diga?
-Isis, haz las maletas- era Magnus- mañana vamos a París.
-¿Que mierda?- exclame.
-Jace tiene un cumple, el de la novia y quiere que salgan fotos de allí en su álbum. Nosotros te pagamos todo.
-Esta bien- suspiré.- ¿A que hora?.
-A las 9 mando un coche a por ti.
-Okey- murmuré.