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Némesis se levantó con pesar de su cama

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Némesis se levantó con pesar de su cama. Se dirigió, casi sin ver, al escritorio donde la alarma de su celular sonaba y lo apagó. Desconectó su cargador y volvió a su cama, donde se sentó y miró a un punto fijo durante unos minutos.

Cuando salió de su ensoñación, caminó hacia el baño, hizo sus necesidades y se vistió con la ropa que había preparado la noche anterior.

Soltó un suspiro pesado antes de tomar su mochila y salir de la habitación. Bajó las escaleras de su casa y apresuró el paso al darse cuenta que se le hacia tarde.

-Genial, primer día de clases y ya llego tarde-. Pensó.

-Hola, hija-. Su madre se acercó y besó su frente. Le tendió su vaso térmico con su típico contenido, té.

A las apuradas salió de su casa. Iría a la escuela caminando, estaba bastante cerca.

Llegó con la respiración acelerada de correr y se recordó comenzar a hacer ejercicio, estaba en muy mal estado físico.

Se acercó a su casillero, donde sus amigos la esperaban. Demetri la esperaba con una mirada de reproche mientras que Eli la esperaba con una pequeña sonrisa.

-Tarde.

-Tengo reloj, Metri-. Le contestó mientras miraba su horario. -¿Qué tienen primero?

-Química.

-Literatura-habló por primera vez Eli.

Némesis esbozó una gran sonrisa y dio un pequeño aplauso.

-¡Genial!-rodeó con su brazo los hombros del chico y comenzaron a caminar.-Primer clase del día juntos, Eli. ¡Nos vemos, Metri!-arrojó un beso en dirección a él y apuraron su paso antes de escuchar sus quejas.

Ambos llegaron al salón, Eli agachó su cabeza a la vez que seguía a Némesis. Tomaron asiento en el lugar de siempre, en la fila de la pared, en uno de los asientos del medio; juntos, lógicamente.

Los murmullos pararon cuando el profesor llegó y sonrió amablemente. Némesis bebió de su té mientras escuchaba la presentación que daba. Ofreció su taza a su amigo quien la miró con el ceño fruncido.

-Frutilla-. Susurró. Eli negó levemente y continuaron escuchando mientras jugaban con sus manos.

(...)

El timbre sonó, anunciando la hora del almuerzo, salió del salón con dolor de cabeza, tantos números le hicieron mal, y si sumaban la voz de Demetri, era peor.

Ambos se dirigieron a la cafetería donde tomaron sus bandejas y tomaron asiento en la mesa en la que Eli los esperaba. Estuvieron en silencio hasta que vieron como un chico se acercaba.

-¿Puedo sentarme aquí?

-Lo siento. ¿Sabes? Esta mesa tiene mucho pedido. Puedo ponerte en la lista de espera, pero quizá se desocupe hasta el próximo semestre.

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⏰ Última actualización: Oct 26, 2022 ⏰

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𝘽𝙤𝙮𝙛𝙧𝙞𝙚𝙣𝙙-𝙀𝙡𝙞 𝙈𝙤𝙨𝙠𝙤𝙬𝙞𝙩𝙯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora