Epílogo: Por siempre. Somos todo.

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Habían pasado muchas cosas en los pequeños grandes viajes repletos de paradojas en que nos hallábamos inmersos.

Aún así, solo existían para mí las hermosas nebulosas de sus ojos en que podría perderme por siempre, mientras me hacían sentir parte de un todo.

Al volver tras mi último viaje en el tiempo, me topé con que miniJax y miniDante se marchaban con el cuerpo de mi Dante. Así que les perseguí de cerca por el espacio, incluso a través de los campos de asteroides en los que mi versión más joven y alocada nos metía. Hasta me lanzaron alguna bengala por ir detrás de ellos, pero cuando decidieron parar en un planeta aleatorio para repostar... Ahí fue cuando me paré junto a su nave sin que se dieran cuenta y me colé dentro. Sabía cómo entrar, y ellos estaban algo asustados al verme pero estaban alrededor del cuerpo de mi Dante, cuyas heridas parecían estar intentando sanar con mil y un remedios... Se lo iba a explicar todo, no sabía si en su lugar lo entendería. Pero iba a hacer era apostar a que sí, y lo hice. 

—Chicos, ese herido es mi novio. Algún día también lo seréis, y comprenderéis en qué consiste. La cosa es que si pudierais ayudarme curándolo para que sea posible pasar el resto de mi vida a su lado, os lo agradecería de manera más infinita que la que tiene el universo para expandirse —esas fueron mis explicaciones, y recibí dos asentimientos de los niños que fuimos un día.

Me ayudaron, y ni siquiera entendí cómo narices consiguieron curarle cuando parecía no haber esperanza en absoluto. Pero lo hicieron. Dante, mi multiverso de nebulosas azules por ojos, estaba vivo.

Nos hallábamos en un tiempo diferente al que nos correspondía, pero no importaba. Lo valioso era tenernos el uno al otro. Lo cual se confirmó, cuando Dante volvió a respirar con su adorable pecho fuerte como los asteroides y suave como las nubes al adentrarnos a nuevos planetas.

En ese momento, supe que podríamos ser felices para siempre. Cuando se despertó, y se abalanzó sobre mí para darme un beso cargado de dulzura tras pensar que jamás volveríamos a tenernos el uno al otro nunca más... En ese instante supe que, en verdad, éramos todo lo que importaba. Y que juntos, íbamos a ser infinitos.         

Te concedo la luna [Fanfic de Por ti la luna]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora