Capítulo 16

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Cuando regresó a la prisión, pasó otra semana en el ala hospitalaria antes de que le dieran el alta definitiva. Los libros y su iPod se enviaron a su celda, pero lo que quería sobre todas las cosas no estaba allí. Tenía también miedo de preguntar si Quackity podría venir a verle y sabía que la respuesta podría ser cualquiera. Un guardia vino para hacerle preguntas sobre sus heridas y sobre la muerte de Auron.

Willy era un hombre al que Vegetta había tenido motivos para encontrarse numerosas veces durante su permanencia en la cárcel. Era firme, pero justo y siempre preparado para escuchar. Vegetta reiteró lo mismo que le había dicho a Alexby y el rubio se enfadó y frustró.

— ¿Duermes con Quackity?

Vegetta lo consideró lacónicamente desde la cama del hospital.

— No soy ningún jodido marica. ¿Quién le dijo que lo era?

— No pregunté si eres maricón. —Respondió Willy. — Pregunté si estás durmiendo con tu compañero de celda.

Vegetta mantuvo la mirada fija en la del guardia. Sabía del poder inquietante de su afilada mirada.

— No.

— Bien, ¿Por ende no te opondrás si lo traslado de celda? —Willy observó la cara de Vegetta con cuidado esperando una reacción, que Vegetta no dio, ya que había tenido dos años para afilar la verdad y mentir perfectamente y nunca mostró emociones donde se esperaba que las hubiera.

— Me es indiferente. —Le dijo a Willy, mientras por dentro, bramaba.

(...)

Cuando fue escoltado del hospital al ala principal, llevando sus posesiones en sus brazos, se había preparado mentalmente para no ver al menor allí, y que otro hombre dormiría en la litera debajo de él por la noche.

La celda estaba vacía y miró alrededor rápidamente, buscando cosas familiares, que le dijeran que Quackity todavía estaba. Y allí seguían. El gel de baño del chico en el lavabo y su cepillo de dientes azul. Un libro de Dostoievski en su cama. El corazón de Vegetta se levantó un momento y se tuvo que agarrar a la litera superior cuando el alivio fluyó a través de él. Tenía un indulto. No sabía hasta cuando, pero era un indulto.

¿Había dejado caer Willy la amenaza sobre él para joderle o realmente tenía la intención de realizarla?

Los ojos de Vegetta fueron a parar sobre una camiseta que estaba en la cama de Quackity. Echando un vistazo fuera de su celda, la recogió y la presionó en su cara. Con los ojos cerrados, inhaló el familiar olor de la tela de la camisa de su compañero de celda. Dios, esto era incorrecto, demasiado incorrecto, pero solo el olor le hizo parecer que estaba en casa. Dejó la prenda de nuevo en su lugar.

— Hola... —Sonó una suave voz detrás de él y Vegetta se volvió con la sangre rugiendo en sus oídos.

Quackity estaba de pie, sonriendo afectuosamente. Anduvo hacia adelante al mismo tiempo que Vegetta y ambos se abrazaron el uno al otro intensamente.

— Ah Dios... —Dijo Quackity contra su hombro. — Creía que ibas a morir.

Vegetta cerró sus ojos, saboreando la sensación del cuerpo contra el suyo. Su mano ahuecó la cabeza de Quackity casi tiernamente y acarició su cabello.

— No debiste haberlo hecho, pendejo. —Refunfuñó Quackity, con su voz amortiguada y sus manos agarrando más fuerte la espalda del mayor.

— No quiero hablar de ello. —Dijo Vegetta en respuesta.

Por el rabillo del ojo vio al oficial Rubius subir la escalera, con una mirada de pocos amigos. Cuando Quackity subió en picado a su boca, Vegetta retrocedió rápidamente provocando la evidente desilusión de su compañero.

Rubius alcanzó la puerta de la celda.

— Si lo tengo que volver a repetir par de maricones... —Comenzó.

Vegetta apartó la vista silenciosamente. Tal vez había matado a la persona equivocada, porque Doblas era el candidato con más posibilidades de llevarse el premio.

(...)

Durante la cena, fue abiertamente contemplado por todos.

Los miembros restantes de la cuadrilla de Auron estaban sentados en una mesa, refunfuñando y fulminándole con la mirada. Perxitaa había tomado claramente el cargo y había reunido a su séquito y habiendo sido casi derrotado por Vegetta, esto era claramente personal. Miró a Vegetta, con su mirada fija con cada paso que daba.

AND SO IS L♡VE 「V&Q」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora