Prólogo

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Habíamos huido de nuestro pequeño pueblo, no sabíamos en qué parte del bosque estábamos. Ixchel temblaba de miedo y Astraea se quejaba diciendo que volviéramos al campamento mestizo. Antes de contar cómo llegamos a este punto hay que conocer todo lo que había pasado antes y como terminamos así, tres semidiosas pérdidas en el bosque.

Todo comenzó cuando mi padre se mudo a Patchogue una villa en Long Island, ahí se enamoró de una diosa griega que resultó ser Némesis, diosa de la solidaridad, la venganza, el equilibrio y la fortuna. Mi padre tuvo dos hijas con ella, mi hermana mayor Astraea y yo. Vivimos en una pequeña casa felices hasta que cumplí 3 años y mi padre se enamoró otra vez, aunque esta vez no fue una diosa, fue un dios. Apolo dios de la luz y el sol, la verdad y la profecía, el tiro con arco, la medicina y la curación, la música, la poesía y las artes; mi padre se enamoró de él, extraño no? alguien de la época de mi padre sería una persona muy ajena a un romance entre dos hombres; no se como pasó exactamente pero un día llegó a nuestra puerta una bebe transportada del olimpo solo con una nota de Apolo diciéndole a mi padre que ella era su hija.

Así fue como mi padre tuvo a sus tres hijas; mi padre siempre tuvo interés en cualquier tipo de mitología y a eso la razón de nuestros nombres; Ixchel se llama así por la diosa maya de la luna, Mi nombre "Nikkal" viene de una diosa Ugarit ,una antigua ciudad al norte de Siria, y esta era una diosa lunar; por ahora se ve claramente que mi padre siempre tuvo una fascinación por la luna y sus respectivas diosas en cada mitología, Artemisa no era la excepción por eso ella era su diosa favorita; por último Astrae el nombre de la diosa griega virgen de la justicia

Esto nos lleva a un tiempo más actual, cuando Astraea tenía 17, yo 15 y Ixchel 14, en una ataque de arpías mi padre se vio obligado a contarnos todo y a comentarnos del campamento mestizo, un semidios hijo de Ares llamado Jean nos ayudó a llegar al campamento meztizo. Mi padre nunca supo que era Nemesis nuestra madre hasta que unos meses después de llegar al campamento nos reconocieron, primero me reconocieron a mí y al segundo minuto a Astraea pero Ixchel no fue reconocida hasta dos días después donde Apolo la reconoció como su hija. Las tres pasamos un verano genial en el campamento mestizo pues estábamos juntas ayudándonos mutuamente solo nos separabamos cuando Ixchel tenía que ir con sus hermanos de la cabaña 9.

Todo iba bien hasta que mi padre murió, de un día para otro ya tenía demasiados problemas médicos como para seguir viviendo y así murió; sus últimas palabras las dijo en la presencia de yo y mis hermanas, "sean libres mis bellas estrellas, las tres siempre estarán conmigo". Y fuimos libres, huimos.

Decidimos no volver al campamento, porque? no teníamos ni idea, en parte creía que era mejor pues así no nos separamos de Ixchel pero también porque el campamento era solo por el verano donde iremos después?. Intentamos quedarnos con nuestra casa pero solo dijeron que iban a llamar a nuestra tía, al ser nuestra única otra pariente viva, para que nos cuidara y nos diera un "hogar", así que huimos antes de que nos llevaran con alguien que ni siquiera se digno a mandar una carta a mi padre aunque él estuviera en su lecho de muerte. Ahora estábamos en el bosque tal vez perdidas pero aunque sea teníamos la dulce compañía de la luna.

- Nikkal! me estás escuchando? - preguntó Astraea chasqueando los dedos en señal de captar mi atención.

- ¿Qué pasa, Astraea? no iremos al campamento mestizo si esa es tu propuesta - le dije con cansancio, aunque fuéramos al final del verano volvemos al bosque.

- ¡Calla! eso no es...creo que escuche algo - dijo sacando su espada hecha por Mack un hijo de Hefesto, mientras que yo saque mi daga y Ixchel su arco, las tres apuntábamos de donde salía el sonido no esperando ver lo que estábamos viendo.

Hijas de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora