TOQUE

Capítulo 9

First salió temprano para encontrarse con el abogado de su padre, los recuerdos de vivir con su abuela en aquella villa le regresaron, sus principios dando terapias alternativas a sus vecinos y sobre todo a su abuela, cuando quiso estudiar para doctor y su abuela lo apoyo incondicionalmente, cuando iba a graduarse y no se enteró que estaba enferma y que el viaje de la villa a la ciudad había acabado con todas sus energías dejándola tan agotada que murió durmiendo, recordó lo que le decía antes de irse a dormir

FLASHBACK

-Mi niño, eres un adulto en un cuerpo de un pequeño, temo que te enamores y te lastimen

-Abuela, algún día me enamoraré, pero no dejare que me lastimen

-Solo recuerda una cosa mi niño, cuando ames hazlo sin remordimiento, tú siempre da lo mejor de ti y si ya no te sientes tranquilo, a gusto o simplemente alguien más hace latir tu corazón, déjalo libre, no lo ates a un sufrimiento contigo, porque si alguien pudo entrar en tu relación es porque ahí no estaba destinado a ser, y si se mantienen por la monotonía o la cotidianidad, ambos saldrán lastimados - su abuela comentaba esto mientras peinaba con sus manos todas arrugadas su cabello

-Lo prometo abuela, nunca alguien sufrirá o me hará sufrir - mientras le toma sus manos y las besa, si hubiera sabido que esa sería la última vez que platicaron nunca le había pedido que descansara 

FIN FLASHBACK

Unas lágrimas salían buscando un camino por sus mejillas, con la cabeza cabizbaja caminaba, sus padres habían pensado en todo desde que era pequeño pero nunca pensó que podrían pensar hasta ese grado, el buffet de abogados dijeron que le habían dejado 3 casas 2 en Tailandia en diferentes provincias, una en la villa donde se crio con su abuela, y otra en una provincia al norte que ni sabía que existía, según en aquella época que la compraron sus padres estaba creciendo y que ahora estaba muy bien cotizado, y otra en Alemania, si sus padres pensaron que tener una casa en el extranjero era la mejor forma de invertir su dinero, sus padres habían pensado en todo, su fondo de inversión le había generado tantos intereses que podría dejar de trabajar si así gustaba, estaba llorando de alegría y tristeza de esos momentos en los que no puedes impedir que ambas emociones se mezclan, sin darse cuenta justo cuando iba a ingresar al hotel chocó con Ja, quien lo tomó de los brazos para evitar que cayera al piso

- ¿Estás bien? - pregunta al verlo con las lágrimas

First al levantar la mirada, lo abrazo, necesitaba sentirse acompañado, necesitaba estar con alguien que pudiera entender la emoción y tristeza que invadía su ser, sin dudarlo Ja lo tomo entre sus brazos y empezó acariciar su cabello, susurrando que todo estaría bien, sintiéndose feliz de poder estar en el momento en el que su pequeño lo necesitaba, olvidándose del porque había bajado y se dirigía a la salida cuando se lo topó, First sollozaba y entrecortado le decía lo que había pasado con los abogados de sus padres, Ja sintió una punzada en su corazón, pues recordó que aún no sabía First que la muerte los ligaba más que su relación de pareja que habían tenido, fue entonces que lo condujo al área del bar a una mesa muy retirada, tomaron asiento y Ja supo que era el momento de decirle todo lo que sabia, no podía perderlo más de lo que ya lo había perdido, pues tenía claro que First era un hombre casado, y que anoche se había dejado envolver por los sentimientos que aun guarda por él y estuvo a punto de besarlo, pero la realidad le había mostrado una vez más que tenía que concluir con esa historia.

-First... necesito contarte algo, sobre mis padres y los tuyos- logrando que el menor le pusiera toda la atención, tomó una bocanada de aire y procedió a contar todo lo que sabía sin hacer pausa, sin darle opción a First de debatir algún punto, necesitaba sacar todo, decir todo, una vez terminado de contarle lo que pasó y porque paso, podría aceptar los reclamos, el enojo y si también había los golpes de parte de su pequeño, pero sabía que estaba haciendo lo correcto por lo que no se detuvo hasta que dijo la última palabra de su relato