Seo ChangBin adora ir de compras al supermercado. Es de sus actividades favoritas de la semana desde que se mudó sólo a un departamento hace años: le encanta escoger las frutas, las verduras (que normalmente son más fáciles de encontrar en los mercados), la carne, el pan... Cosas en general para llenar su nevera.
Eso es otra cosa: a Seo ChangBin le encanta tener la nevera llena todo el tiempo.
Su madre suele prepararle algo de kimchi, algunos guisos tradicionales, incluso mochis y postres variados para que tenga siempre algo para alimentarse durante la semana, incluso sabiendo que su hijo no se salta ni una sola de sus comidas. Cuando Seo ChangBin no come, es una completa furia.
Generalmente, es un chico amable, educado, tranquilo, bromista y encantador; es muy bueno en todo lo que tiene que ver con su trabajo, es creativo, productivo, divertido... pero cuando no come se convierte en todo lo contrario: un titán del tiempo hambriento, dispuesto incluso a devorar a sus hijos.
— Creo que no fue por hambre que se los comía.
— ¡Era un ejemplo — se queja Seungmin debido a la interrupción. — Quiero decir que eres temible.
El mayor rueda los ojos, cruzándose de brazos para seguir esperando el almuerzo en aquella mesa apartada de un restaurante iluminado a las afueras de Daejeon. Nunca se enfada ante la impuntualidad en general, pero es estresante cuando se trata de la comida. Su hora de descanso dura solamente 65 minutos y ya han pasado 43... Si tiene que volver a la oficina con el estómago vacío, está seguro de que luego volverá para dejarle una queja al restaurante. Y no sólo eso: probablemente se arme una tercera Guerra Mundial en su despacho tras descubrir que su compañero (y segundo mejor amigo) Christopher se ha robado sus panecillos de emergencia.
Si Seo ChangBin odia algo con todo su ser, además de esperar por la comida, es que se roben sus bocadillos de emergencia. Es el mismo y principal motivo por el que nunca se ha atrevido a vivir con alguien más.
— No tengo tiempo para esto — termina por ponerse de pie, impaciente, dejando a su amigo universitario en la mesa como una incontable cantidad de veces lo ha hecho en el pasado. Seungmin suspira, cruzando sus piernas sobre el asiento. Realmente ya se lo veía venir. Es algo común en ChangBin: buscar opciones más rápidas si ya se han demorado casi veinte minutos en traerles su plato.
Es así como ChangBin decide ir mejor a un pequeño supermercado que le queda de paso camino a la oficina. No es donde usualmente hace sus compras y eso es una desventaja en cuestión de tiempo, pero es lo más fácil que encuentra debido a que no hay tiendas de conveniencia por la zona.
Aún con el tiempo contado y las desventajas que a cada paso se agregan a su lista, decide tomar un carrito de las afueras del establecimiento. Sabe que no llevará demasiadas cosas, pero le gusta prevenir.
ChangBin es un hombre organizado, sí: por lo general no iría de compras sin un plan concreto de qué tomar en cada pasillo y repisa. Le gusta el orden. Le gusta no gastar más de lo que debe porque es bueno ahorrando. Además, por lo general sabe muy bien lo que quiere comer.
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damn fucking food┆binknow
Teen Fiction[✦] "Minho odia la comida" Donde Changbin conoce casualmente a Minho en un supermercado y desde entonces lo único que desea es poder ayudarlo a reparar su relación con la comida. O donde Changbin, un oficinista encargado del área cr...