Oh, heart. | c!quackcicle

♡

"My heart will never feel,
will never see, will never know."

Big Q es una persona muy cerrada con los demás, siempre poniendo muros, agregando barreras, cubriendo y escondiendo sus puntos débiles, encerrando sus sentimientos en un cofre con llave que núnca planeó ni ha planeado abrir después de cada incidente que ha pasado en su vida. Siempre mostrándole a la gente que es una persona fuerte, queriendo siempre demostrar que él ya no es cómo antes, es mucho mejor.

Él no necesita amor, no tiene tiempo con cada papeleo y trabajo en el casino.

No necesita compañía, sería un estorbo que le impediría concentrarse.

Es lo que ha pensado por mucho tiempo, núnca sabrá como amar,  núnca sabrá como se siente o como se ve, por lo que núnca lo necesitará.

Aunque...

"Hey, ¡Quackity de Las Nevadas!", escucha una voz acercándose a él, sacándolo de sus pensamientos; es Slime, su asistente. Venía dando pequeños saltitos.

Un chico al que ha estado entrenando desde hace un tiempo, no solo entrenando, también ha estado conviviendo con él.

Podría decir que es un poco agradable estar con él.

"¿Estás bien? Te noto un poco cansado, ¡puedes contarme cualquier cosa, Quackity de Las Nevadas!", dice Slime, mostrando preocupación por el contrario.

No entendía por qué a Slime le importaba tanto Quackity, es decir, Slime siempre logra observar cualquier pequeñez en el estado de ánimo de Quackity y le pregunta sobre ella.

"Estoy bien, gracias", responde Quackity, "¿Pasa algo, Slime? Te veo emocionado".

"¡Sí, sí! Adivina qué, ¡tengo una sorpresa!" Exclamó Slime con una gran sonrisa en su rostro, evidentemente emocionado por darle un regalo que había hecho en su tiempo de descanso a su mejor amigo, Quackity de Las Nevadas. "¡Cierra los ojos y extiende la mano!", Quackity dudando lo hizo, ¿qué era esa sorpresa? ¿dinero, un diamante, esmeralda? ¿y si era una trampa y Slime en realidad quería cortarle la mano como un recordatorio de núnca confiar en nadie jamás? ¡Oh no!

Es una...

Pulsera.

Un brazalete.

Slime había colocado al rededor de su muñeca un brazalete color rojo, hecho de hilos y listones.

Era lindo, supongo.

"Oh, heart ♡."

No... De hecho era precioso, era un detalle que Slime había hecho especialmente para Quackity.

Se sentía bien.

"Muchas gracias, Slime... Es muy lindo", dijo Quackity en un tono sincero, sonriendo, no sabía que alguien como él podía hacer regalos tan lindos como esos, mejores que cualquier diamante.

"¡Me alegro que te haya gustado, Quackity de Las Nevadas! ¡Es un regalo solo para ti!"

Slime estaba muy feliz, ¡a Quackity le había gustado su regalo!

Slime no lo sabe, pero de una manera sorprendente Quackity siempre aprecia cada regalo que este chico le da.

"¡Claro que me gustó! Muchas gracias, Slime".

———

Terminó el día y Quackity había terminado con su trabajo, por hoy. Era cansado tener que manejar una nación todo el día, probablemente tenía que dormir ya para al siguiente día aparecer con energía y seguir trabajando.

Aunque él se quedó despierto, haciendo un trabajo extra.

Un simple trabajo, no mucho.

Estaba haciendo un brazalete para su asistente...

Corrección, para Slime, su mejor amigo.

"¡¿Cómo esto puede ser tan difícil?! ¡Váyanse a la verga!", Quackity se quejaba de lo "difícil" que eran los pasos para hacer un brazalete.

Fácilmente pudo dejar todo e irse a dormir, simplemente era una distracción de su trabajo, pero ahí estaba el terco de Quackity queriendo hacer un regalo para su amigo.

Era gracioso ver cómo Quackity se mataba para hacer una pulsera, se sentía estúpido por estas cosas, pero a la vez se sentía bien.

Después de arduo trabajo, termino esa pulsera.

Estaba decente.

Era un color verde, muy lindo.

"And then you fall, and then I fall,
and then I know."

Quackity se sentía orgulloso, para ser la primera vez le había quedado muy bien. Además era para su amigo, entonces su orgullo aumento, Slime sería la primera y única persona que recibiría un brazalete de Quackity.

Quackity podría presumir que compartía brazaletes con ese chico, simplemente un orgullo.

Era extraño sentirse así, jamás lo pensó, pero le agradaba el sentimiento.

Fue entonces que Quackity se dió cuenta que él sentimiento era amor, era cariño hacia el chico que había conocido hace un tiempo, al que estuvo entrenando.

El chico al que estaba protegiendo, quien le daba regalos, lo abrazaba constantemente, quién siempre era un pegajoso literal y metafóricamente.

Quackity suspiró ante la realización, ya que él mismo decía no creer tener un vínculo fuerte con alguien en especial, él mismo decía que no necesitaba amor, que no necesitaba compañía... Bueno, al final todo era una mentira, estar acompañado y ser querido por parte de Slime era mucho mejor.

Colocó su regalo en su mesita de noche, para en la mañana levantarse y entregarla a Slime.

Quackity durmió con una sonrisa esa noche.