Solo me sentía perdido, flotando, sin rumbo, respiraba hondo, sentía un dulce olor, un suave toque detrás de mis brazos. Las estrellas miraban mi rumbo, sin mayor significado, solo cerré los ojos, veia como las capas cosmicas del universo se vislumbraban a mi ya perdida existencia, me sentia... abandonado, solo, no me acordaba de mi nombre, no veía mi cuerpo, no veía mi alma... no veia mi corazón, solo unas pequeñas perlas en el firmamento negro que mi visión borrosa lograban ver. Pequeños tonos de... piano... acompañaban mi balada funebre, moví las manos de lado a lado y lo helado del espacio sideral se hizo claro en las puntas de los vellos de mi mano. Suspiré, o eso intenté, aún podía sentirme vivo luego de tal traición, mi propio mundo... mi propia gente... mi propio amor...