[Obsession]

Capítulo 2: 911

Recuerdo lo último que paso antes que la luz se apagara.

(POV: Mari)

Estaba en la bañera teniendo una videollamada con Martin después de nuestra cita la cual había terminado maravillosamente, no me aguantaba las ganas de verlo nuevamente, lo amo tanto y no sabría qué hacer si algún día desapareciera.

C: ya empezamos a echar la mala suerte...

Platicamos un poco de lo que había pasado...fue mi primera vez, al principio pensé que sería incomodo pero él fue muy paciente y comprensivo lo cual me hizo sentir segura y al final pasó de todo, mis mejillas se sonrojaron recordando el momento, pero esa alegría fantasiosa se fue de un momento a otro cuándo Martin se puso muy serio y preguntó si mi hermana estaba bien, iba a responderle cuándo de la nada cortó la llamada, eso me enojó él jamás me había hecho tal grosería, volví a marcarle pero solo me rechazó la llamada y cada vez que colgaba me enojaba más y más – ¡Martín muérete! – grité para luego aventar mi teléfono contra el piso arrepintiéndome instantáneamente, ya era el quinto teléfono qué me compraba en menos de un mes y el trabajo qué me cargaba no me lo iba a reponer de inmediato; Salí de la bañera con una preocupación hacia Martín y su extraño comportamiento, con eso el ambiente se sentía tan tenso dentro del baño, me puse la toalla alrededor del torso y me acerque al teléfono, estaba hecho una porquería, lo dejé caer nuevamente cuando escuché la ventana deslizarse bruscamente detrás de mí, claramente el viento no pudo haber sido y no se veía ningún ave, antes de ese sonido todo estuvo tranquilo, pero tenía un presentimiento de que algo iba a pasarme si seguía allí... al instante que di un paso hacia atrás la luz se cortó, solo podía ver la espesa oscuridad, ahí viviría mis 2 minutos de infierno.

Algo me jaló fuertemente del cabello para luego seguidamente abrazarme por la parte de atrás, se notaba algo nervioso sus manos se aferraban a mi con inseguridad como si no estuviera seguro de hacer lo que sea que tuviera en mente y en pocos segundos me dejó libre; mi cuerpo temblaba del miedo por estar encerrada en una habitación con algo extraño de el que no sabía si quería hacerme daño; como si de un perro se tratase sentí como mordió mi pierna a lo que yo reaccioné con un grito de dolor alterándome.

Normalmente la gente suele pedir ayuda en situaciones como estas, pero yo no iba a quedarme quieta pidiendo ayuda mientras se comían mi pierna, golpeé a mi atacante en donde intuí que estaba su cara, él se soltó al recibir el golpe volviendo al vacío de la oscuridad, no perdí tiempo y lancé contra la puerta una y otra vez rompiendo el seguro y conseguir la libertad; estando en el piso mi hermana salió angustiada, ayudó a erguirme y pregunto por qué estaba llorando, eso me confundió hasta tocar mi cara y notar que estaba empapada, en ese momento también vino un dolor a mi cuello sentía como si hubieran intentado ahorcarme, algo más pasó ahí dentro ¿mi mente me estaba engañando?, cuándo nuestros padres llegaron solo me acurruque en el pecho mi madre confundida y asustada por todo lo que había pasado, en ese momento me sentía como un polluelo que había sido atacado por un ave más grande que él y solo buscaba un refugio y ese refugio era mi madre.

Mi padre fue a auxiliar a mi hermana luego de que se desmaya unos minutos luego de haber entrado al baño, a esa habitación del demonio donde anteriormente me atacaron, me perdí en mi mundo blanco tratando de procesar y recordar lo sucedido despertando por una dulce voz qué dijo:

– 911 ¿cuál es su emergencia? –

C: Ven y sana mi doloooooor~

1 semana después

(POV:__)

Había regresado de mi trabajo mucho antes de lo común, mamá llamó y dijo que hiciera un pastel de naranja ya que mari deseaba comerlo; el hospital Psiquiátrico es un lugar donde los ánimos se van rápidamente, así que comprendía porqué Mari quisiera al menos un postre de comer luego de no tener apetito por toda una semana, aún si era un pastel de naranja se lo daríamos.