Tomó una de las mangas de aquel vestido con mucha delicadeza, cada costura había sido elaborada a la perfección, Mitsuya había hecho un gran trabajo realizando aquel vestido de boda que mañana estaría por usar en su ceremonia.
Debía sentirse emocionado, tal vez feliz o quizá nervioso, sin embargo no sentía nada de eso, al contrario, sentía un vacío enorme, un dolor en el pecho, una tristeza y melancolía y no se explicaba el porqué o quizá sí lo sabía pero no quería admitirlo.
Acercó aquella manga sobre su mejilla y cerró los ojos. Un escenario completamente ficticio comenzó a crearse en su cabeza, estaba danzando aquel tradicional vals en todo matrimonio junto a un hombre de gran tamaño no era para nada parecido al hombre con el que debía unir su vida por siempre, era imposible de confundir aquel aroma, aquella forma en como lo tomaba de la cintura, como lo miraba y mucho menos ese tatuaje en la cien.
Estaba a punto de susurrar el nombre de su verdadero amado pero un sonido extraño que provenía de adentro de la habitación lo hizo despertar de aquel "sueño", tan sólo atinó a cerrar las puertas y salir del closet con sigilo, tan pronto como volvió al interior de la habitación observó una silueta que apenas ae podía notar por la oscuridad del cuarto y de la noche, las cortinas se movían al mismo ritmo del viento y así mismo hacían mover la ropa de aquel sujeto.
— ¿Quién está ahí? ¿Qué es lo que quiere? Retírese o llamaré a la policía.
Mencionó Manjiro, pues aún no reconocía a ese hombre quién traía un abrigo con capucha y que no se dejaba ver el rostro.
— Llámala.
Respondió el tipo aún anónimo.
— Llámala si es lo que deseas, Mikey.
Una vez completó aquella frase se quitó la capucha dejando ver su cabello y rostro.Una trenza se movía gracias al viento por detrás de su cabeza.
— Tu eres...
Exclamó él más pequeño sin lograr terminar al observar como el contrario se acercaba cada vez más hasta estar a unos pocos centímetros delante de él.
— Ken...chin...
— ¿Aún sigues llamándome por ese tonto apodo a pesar de que han pasado años?
El menor tragó saliva y desvío la mirada, ni él se explicaba porque se sentía tan nervioso e intimidado.
— Yo...¿Qué se supone que haces aquí?
— Recibí tu invitación tu boda es mañana ¿No es así? Mikey.
— ¿La recibiste? Pensé que no...
Levantó la mirada para poder ver fijamente el rostro de Draken.
— Mitsuya me la hizo llegar, Felicidades.
— ¿Gra...cias? Aún no has respondido ¿Qué estás haciendo en mi habitación?
El del tatuaje se acercó más a Manjiro, éste se colocó más nervioso que antes y comenzó a retroceder hasta sentir que su espalda tocó aquella fría pared de la habitación.
Por otro lado Draken colocó su brazo sobre pared encima de la cabeza de Mikey.
— ¿Decidiste huir sin decir nada y después me haces llegar una invitación para tu boda como si nada hubiera pasado? Dime Mikey, ¿para tí nunca signifiqué nada? Aquellos besos, Aquellas caricias, las veces que nos acostamos cuando teníamos 17 y las veces que decías que me amabas...
— E-Eso, Eso quedó en el pasado, tan sólo fue una ilusión...
No podía ni mirarlo a la cara.
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El hombre que yo amo - [DRAKEY]
FanfictionMikey va a casarse, pero no se siente contento de ello, el marido que ha elegido no es el hombre que realmente ama, Ken Ryūguji apareció la noche antes de su boda para poner en duda el desarrollo de ese matrimonio. Draken Top Mikey Bottom One Shot �...