El tiempo en ese lugar era extraño. Había pasado más de una semana, pero Jongdae sentía que los días duraban pocas horas.
Despertar, trabajar, comer, trabajar, merendar, trabajar, cenar, tomar un baño y dormir. Era lo mismo todos los días, pero realizando distintas actividades. Siempre despertaba con un llamado a su puerta, un miembro del concejo venía por él y le pedía ayuda amablemente, o le daba órdenes con un tono amenazador. Luego, el resto del día se lo pasaba de un lado a otro, realizando distintas tareas.
A pesar de todo habían muchas cosas que le agradaban de ese lugar: la armonía entre sus habitantes, sus enormes jardines, los animales en el establo, el constante trinar de las aves alrededor de los árboles, la deliciosa comida que siempre llenaba su plato, Baekhyun, Yixing... y Minseok.
Jongdae suspiró mientras recolectaba el algodón de una rama baja.
Sentía algo por el líder, aunque no se atrevería a decirlo en voz alta. Era un sentimiento mayormente confuso, que incluía la admiración, la culpabilidad y a veces hasta la lujuria. Sus manos se volvían torpes y sus pensamientos poco elocuentes cuando se encontraba cerca de él y aunque se reprendía constantemente a sí mismo por ello, sus ojos no podían parar de buscarlo. La necesidad por hundirse en sus hechizantes ojos marrones se volvía cada día más fuerte.
Antes había pensado que la relación entre dos hombres era una aberración, eso le habían dicho desde pequeño, pero Yixing y Junmyeon habían debilitado aquella creencia hasta casi anularla en muy poco tiempo. Cuando notaba la forma en la que se robaban miradas, los sutiles roces entre sus manos y los rápidos besos que Junmyeon dejaba en los labios de Yixing cuando nadie les prestaba atención ya no parecía algo malo, pero aún siendo así, le asustaba sentirse de la misma manera por Minseok.
—Tengo calor —Baekhyun se quejó apartándose el cabello de la nuca.
Jongdae salió de su ensimismamiento y lo miró abanicarse con las manos.
—Perdí el hilo con el que llevaba atado mi cabello —Baekhyun murmuró con pesar.
Jongdae casi sonrió, un grato recuerdo de sus hermanas llenó su cabeza.
—¿Por qué no intentas sostenerlo con ramas o trenzarlo? —preguntó, sin desatender su labor.
Baekhyun hizo un gesto de disgusto.
—No tengo idea de cómo trenzarlo y espero que lo de las ramas sea una broma.
Jongdae rio suavemente, sus hermanas habían acabado con las melenas hechas un desastre luego de intentar sostenerlas con ramas.
—Si quieres, puedo trenzarlo yo —ofreció.
Baekhyun le dio una mirada brillante y llena de asombro.
—¿Sabes cómo hacerlo?
Jongdae asintió, sus hermanas lo habían obligado a aprender.
Baekhyun se giró de inmediato, dejando el cabello a su completa disposición.
Jongdae dejó su canasta en el suelo y sacudió sus manos antes de llevar sus dedos al cabello de Baekhyun. Su cabellera castaña estaba un poco enredada, pero era suave y al removerla un sutil olor a flores se desprendió de ella.
—Solo debes tomar un mechón y separarlo en tres o cuatro —explicó mientras lo hacía—. Tres es más fácil. Cruzas el mechón de la izquierda hacia la derecha, pasando sobre el de en medio y luego pasas el de la derecha hacia la izquierda, entonces el del centro se convierte en el de la izquierda, lo cruzas y todos los mechones van cambiando de lugar.
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WITCHES [Chenmin]
FanfictionAlrededor de una hoguera danzaban y cantaban los sobrevivientes de la masacre que acabó con las brujas a las que el pueblo tanto temía. Jongdae no planeó encontrarlas, él tan solo estaba cazando a un escurridizo conejo. Y era consciente de que debí...