- ¡Por favor!
- ¡Ya te dije que no, niño! ¡Déjame de molestar!
- ¡Se lo ruego! - insistió el castaño - ¡Presénteme a YoonJi noona! - suplicó.
El pelinegro hizo una mueca para luego volver a negar - ¡QUE NO, MOCOSO! ¡Y lárgate antes de que llame a se...
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¡Llegaba tarde!
¡Oh, por todos los dioses!
¡Sabía que esto sucedería desde el momento en que había aceptado quedarse a jugar otra partida de LOL con sus amigos!
JungKook apresuró su paso, ya que ChangBin volvería a amenazarle con dejarle las pelotas de corbata sí se quedaba tan sólo un minuto de más.
Agradecía que a pesar de ser un completo nerd, mantenía su estado físico lo suficiente como para correr como sí su vida dependiera de ello para poder llegar a tiempo.
— ¡N-no me pagan lo suficiente para esto! — Se quejó mientras cruzaba la calle en rojo y varios autos le tocaban bocina.
Pocos minutos luego, pudo divisar la puerta de su trabajo, miró hacía su teléfono encontrando que todavía tenía unos minutos a favor.
Tomó aire, tratando de recuperar la postura.
Seguramente un día moriría, pero no sería hoy.
Estuvo a punto de continuar su camino, cuando algo llamó su atención.
Dos lindas muchachas se encontraban peleando contra otro joven, también muy apuesto por lo que lograba divisar, pero por muy hermoso que un tipo fuera, ¡Nada justificaría que quisiera propasarse con un par de jovencitas!
Sin pensarlo dos veces, se acercó hacia los tres, apurando su paso cuando notó que la pelirroja fue detenida por la rubia al momento de pegarle al otro.
—Señoritas... — Habló con la voz más grave que pudo, tratando de dejar de lado su nerviosismo. — ¿Necesitan ayuda?
El sujeto estuvo a punto de hablar, cuando la pelirroja habló.
— ¡S-Sí! — habló demasiado eufórica. — ¡P-por favor ayúdanos! — Pidió mientras se zafaba del agarre de su "amiga" para plantarse en frente de JungKook. — Joven, — ¿Acaso había gemido al momento de tocar sus manos o eran imaginaciones suyas? — Este pervertido, — Señaló con la cabeza. — ¡Estaba haciéndonos propuestas indecentes a mi amiga y a mí!
Esa acusación encendió las alarmas del mayor del grupo. ¡¿Cómo que acosando?!
— ¡O-oye T-Tae— intentó defenderse cuando la amenazante mirada del colag-JungKook se posó en su cuerpo, intimidándole.
—Dígame, joven... —Continuo la pelirroja, tratando de fingir la voz más suave que podía. — ¿Acaso mis ropas, —Llevó una de sus manos hacia sus muslos, haciendo que el guardia de seguridad se pusiera nervioso al sentir la tersa piel debajo de sus dedos. — ¿Mi vestimenta habilita a los pervertidos a tocarme sin mi consentimiento?
— ¡Yo no quería tocarte, T-t—Intento defenderse SeokJin cuando JungKook volvió a fulminarlo con la mirada.
— ¡Por supuesto que no! — Le habló de forma melodiosa, con un leve sonrojo en sus mejillas al haberse cruzado con la joven más hermosa que había visto en toda su vida.
