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Tetsu-Tetsu cree que está en el mejor momento de su vida al estar con el ángel llamado Izuku.
El Alfa peliplata iba en la U.A, siempre ah sido un estudiante prodigio y a sus 17 años ah logrado todo lo que se propone.
Incluso a logrado conquistar al tierno Omega que siempre toma el mismo camino que el para llegar a la secundaria.
Tiene una bonita relación de 1 año con Izuku, el Omega más agradable y lindo que ah pisado la tierra.
En su largo tiempo de relación, esos dos han sido muy acaramelados y Tetsu-Tetsu siempre ah velado porque Izuku se sienta querido todo el tiempo.
Una minúscula queja de su linda estancia en el corazón del pecoso, era que siempre se sentía observado, mucho más que una simple coincidencia.
Pero nunca le tomó importancia, después de todo pensó que era por el estrés de la U.A.
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— ¡Tetsu-Chan! — Al fin reaccionó una vez que el tierno Omega le pegó una cachetada, se sintió Indignado. ¿Lo va a buscar a la secundaria, lo deja acostarse en su cama y así le paga?
— Ouch.. ¿Que pasa Zumi? — Se fijó en el rostro de Izuku que estaba haciendo un puchero. — tierno. — Pensó.
— Te estoy diciendo que si te parece buena idea que te presente ante mi familia. — Se sentó en el regazo del peliplateado para que este lo abrace.
— Claro Zumi, estoy ansioso de conocer a tus hermanitos. A parte tu ya conoces a mis padres, me toca a mi. — Rió y abrazó el pequeño cuerpo que estaba encima suyo.
— ¡Si! Juro que te adorarán, son muy amables, tienes mi palabra. — Izuku enseñó su dedo meñique esperando que el Alfa le tome su dedito. — ¡Prepararé algo con muchas espinacas para ti! —
Tetsu-Tetsu Rió un poco antes de doblar el pequeño meñique de Izuku, aprovechando le dió un beso en esas rechonchas mejillas pecosas que tanto les gustaba morder.
Como era tarde el menor rápidamente se quedó dormido en el pecho del peliplata, el cual se había quedado admirando las bonitas pecas de Izuku hasta que una notificación en su teléfono lo distrajo.
