Capitulo 67-76

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Capítulo 67: El primer desorden

capitulo 67

    Ruan Yan salió de la ciudad esta vez para atrapar a Sadio.

    Quiero saber, ahora que 3032 está bajo su control, la situación general se ha establecido, y el resto es concentrarse en lidiar con este error difícil.

    Sadio no estará rebotando por mucho tiempo.

    Yuan Gun suspiró en su corazón, sacudió su cubo de arroz y sacó un trozo de bistec de cerdo estofado con una cuchara grande.

    Este es un cubo de comida extra hecho especialmente para él por la cafetería, y se proporciona una cantidad suficiente de platos especialmente para él solo.

    Es genial tener un patrocinador.

    Yuan Gun Gun disfrutó su comida feliz diaria con satisfacción.

    La forma en que come y bebe así, no sé cuántas personas están celosas y celosas detrás de escena.

    "Es tan picante, tan picante ~" Yuan Gun consiguió el alimento básico hoy, fideos, una olla de fideos de pavo, rojos y rizados, picó los palillos, y el sonido de instigarlo a su boca fue particularmente fuerte y enérgico.

    La cara de Yuan Gun estaba sudando después de comer, sus labios estaban rojos e hinchados, y su nariz estaba tan caliente que todavía estaba enterrando la cabeza con instigación.

    Haz que las personas a tu alrededor se vean codiciosas. El sonido del gorgoteo de la saliva llegó uno tras otro, cubriendo casi todo el restaurante.

    Un hombre delgado de mediana edad se acercó con un pañuelo y lo puso frente al niño: "Límpielo".

    "Gracias ~" Yuan Gun lo tomó sin contemplaciones, lo presionó contra su nariz y lo golpeó con fuerza, y dobló algunos pilas después de terminar Póngalo sobre la mesa.

    A cambio, tomó dos palillos y envió los fideos de pavo al tazón vacío que sostenía la otra mano del hombre.

    Los ojos del hombre instantáneamente iluminaron varios vatios, cubrió el tazón con las manos, miró a su alrededor con cautela y luego se agachó en los escalones de la cafetería para comer.

    Cuando otras personas ven este beneficio, no pueden quedarse quietas.

    Se puso de pie en un enjambre, sosteniendo sus pañuelos y pañuelos, y se abalanzó hacia el niño.

    "Yo también tengo un pañuelo"

    "¡Tengo un pañuelo!"

    "¡¡Todavía tengo toallitas húmedas!!"

    "¡Usen las mías, usen las mías!"

    El camarero de la cafetería agarró la cuchara y golpeó el mostrador, y les gritó: "Todos ustedes quieren morir, ¿no es así, siéntense !"

    Sin embargo, estas personas confían en el hecho de que hay muchos cómplices en el crimen, y no tienen miedo en absoluto. La velocidad del pasado apresurado no se ha ralentizado sino que se ha acelerado, por temor a perder su parte si es muy tarde.

    Yuan Gun acababa de terminar de instigar los últimos fideos con palillos, abrazó la olla de sopa roja y eructó.

    Tomó el pañuelo de la mano más cercana a él y lo envió a cambio de la olla de sopa en su mano: "Este es el único".

    El hombre había sido codicioso por este rostro durante mucho tiempo, ni siquiera míralo, agarró la olla y salió corriendo.

    "¡Le quitaron la cara!", gritó alguien.

La mascota rodante del tirano del fin del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora