Todo comienzo tiene un final

Capítulo 17-Primer día juntos II

Alex:

Mi vida ha sido un caos, sufrir es una costumbre. Mi salida de Londres y el acercamiento con Victoria ha sido lo más bonito que le ha pasado a mi corazón.

Estar con ella me purifica esta alma oscura que se esconde detrás de este rostro falso.

Es una sensación extraña para mí esto que me sucede cuando estoy cerca de ella. Siento por primera vez en mi vida alguien me quiere de verdad . Odio que la mentira ocupe un papel primordial en nuestra demasiado corta relación.

¿Cómo se supone que voy a decirle que no soy más que un fruto de diez operaciones y soy un antiguo amigo del colegio que vivió obsesionado por ella todos estos años? ¿Cómo confesarle que toda su desgracia con Lois es gracias a que yo lo mande a espiarla?

Pasar del odio al amor es algo que es muy común en los seres humanos. La rivalidad atrae de forma pasional y seductora, es por eso que en esas relaciones son en las que más lujuria, entrega y toxicidad hay.

Este no es el caso de mi relación con Victoria, estoy seguro que si le cuento  toda la verdad, pasara del amor al odio y eso sí que es grave. Cuando una persona luego de amar pasa odiar a una persona ya esa relación no tiene futuro porque se rompe la magia.

¡ No me puedo resignar a perder a Victoria!… no ahora que estoy viviendo los días, más bonitos de mi miserable vida a su lado.

Ya vamos de camino a la casa del campo. En las calles de Minfell se respira  aire puro. Nuestras manos están entrelazadas y nuestros pies caminan en sintonía.

No puedo separar mis ojos de su rostro por lo que sus mejillas cada vez que lo nota se ponen rojas. Me gusta causar ese efecto en ella, adoro que me mire de la misma forma en que la miro, me vuelve loco que me bese con la misma intensidad que la beso y que ambos tengamos las mismas ganas el uno del otro.

—Tengo miedo—dice de repente sin soltar mi mano.

Sus palabras están tan llenas de tristeza y angustia que no me atrevo a decir nada solo espero escuchar su propia respuesta.

—Tengo miedo de que vuelva a pasar. No quiero volver a la depresión. Te miro y veo una persona capaz de hacerme muy feliz pero también capaz de acabar conmigo.— sale de sus ojos una lágrima.

Está siendo demasiado sincera, adoro esa parte de Victoria que reconoce lo que siente sin temor alguno.

No sé que decirle, quisiera prometerle que no le romperé el corazón como aquel imbécil, quisiera decirle que no tenga miedo que jamás la lastimaría, pero…no puedo, como tampoco puedo decirle toda la verdad de la miserable vida que he llevado. Me niego a  arriesgarme y que se valla porque sé que es la única persona que puede voltear el caos de mi vida.

Soy muy egoísta, lo comprendo ahora más que nunca, y ojalá algún día dejar mi cobardía y contarle toda mi verdad.

Me mira buscando una respuesta. Acerco nuestros cuerpos para unirlos en un abrazo de esos que son eternos por todo el sentimiento que cargan. Victoria sonríe y tomando mi cara entre sus manos me da un beso corto en los labios que hace que mi respiración se acelere y la mente se me nuble. Estoy haciendo todo lo posible por no llorar, el nudo de mi garganta no es capaz de dejar que articule palabra alguna.

Sin decir nada en el camino llegamos a la cabaña. Espero que todo haya salido justo como lo planifiqué.

Ver a Victoria contenta creo que debería encabezar la lista de los momentos más tiernos de mi vida, y bueno... este plan lo he tenido desde que la traje aquí.

Forcejeo un poco con la llave para que los chicos estén listos. Sí,  le he preparado una fiesta sorpresa con sus amigos. Ellos han venido sin pensarlo dos veces cuando les he dicho lo que tenia pensado.