Prólogo.

623 42 5
                                    

Bangkok, Tailandia.

La pantalla del celular se encendió al comenzar a sonar, alertando de la llamada entrante.

En medio de la gran cama, el cuerpo desnudo de Build mantenía encima una abundante cabellera pelirroja cubriendole parte del pecho, mientras a su costado izquierdo un joven de piel caramelo y cabello rubio dormía plácidamente.

Ante el sonido cada vez más evidente, se removió perezosamente. Sin cuidado apartó a la chica, estirandose para tomar el teléfono. Al momento de deslizar su huella por la pantalla y tomar la llamada, se arrepintió ante el grito furioso de su hermano mayor al otro lado de la línea.
Escuchó a la joven quejarse a un costado y solo le ignoró.

── ¿Dónde mierda te has metido, Build?! ──el grito de Mile martilló en su cerebro causando un dolor producto de la resaca por haber estado bebiendo toda la noche──. La reunión es en una hora, y no puedes aparecer en la conferencia luciendo como la mierda. Te dije que volvieras hace dos días, pero nunca escuchas.

── Sh, baja la voz. No hay necesidad de gritar. ──se quejó, sobando con la mano libre el costado de su cabeza en busca de alivio momentáneo──. Estaré ahí a tiempo, deja de llorar, ¿quieres? Te perdiste de la mejor fiesta de la vida. ──sonrió al recordarlo.

Había partido una semana atrás, y desde que recibió la invitación de su mejor amigo, lo supo.

Max siempre supo como hacer una fiesta, y esta no era la excepción.

Su cumpleaños número 24, era un gran evento que por supuesto tuvo duración de una semana en el hotel más exclusivo de la ciudad, el cual fue alquilado en su totalidad para la élite de Bangkok y algunos extranjeros.
El mejor alcohol, la comida más deliciosa, música en vivo, y por supuesto; tantos hombres y mujeres con una belleza exquisita rodeando el lugar con el fin de que todos la pasaran increíble. Y así había sido, pues ahora estaba ahí. En una de las mejores habitaciones con los chicos que lo acompañaron esa última noche.
Se había metido con tantas personas le fue posible que no podía ni recordar sus rostros. Tan solo sabía que el sexo había sido excelente y ahora ya no le servían en absoluto.

── Date un buen baño antes de venir. No te olvides de desayunar, y por favor, no se te ocurra meterte nada antes de llegar. ──advirtió el mayor, provocando una carcajada en el azabache que ya sostenía una de las tarjetas que usó la noche anterior para dividir las líneas.

── No te preocupes, hermanito. Lo tengo resuelto. ──cortó la llamada y saltó fuera de la cama.

Luego de inhalar la última parte que quedaba, se dirigió al baño. Sabía que al salir se encontraría solo, tal como le gustaba.

 Sabía que al salir se encontraría solo, tal como le gustaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐓𝐀𝐒𝐓𝐄 [ เมื่อเราเริ่มต้นคุณจะต้องเป็นของฉัน ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora