En el rancho jáuregui lauren se encontraba arreando el ganado durante la noche pues una fuerte tormenta ponía en peligro a las reses más pequeñas.
Algunos de los empleados y el mismo mike la acompañaban mientras chris se encargaba de contabilizar y asegurarse de qué el resto de los animales estaban en sus corrales como era debido cada noche.
-Ya se tardaron - Murmuraba camila pegada a la ventana, tratando de ver hacía la lejania en la noche obscura. Se mordía las uñas y daba miradas hacía afuera y hacía la cuna de kaki dónde la pequeña de ya 6 meses dormía sin preocupaciones. Camina se acercó a verla y sonrío, era tan hermosa.
Le encantaba venir al rancho y estar con ella. Lauren decía qué la quería más, quiza no era así pero lauren se ponía celosa y es qué karla adoraba a camila. Incluso cuando camila llamaba tenía unos segundos al teléfono con la pequeña.
Pero en ese mismo momento camila estaba preocupada por lauren, incluso por su suegro y su cuñado y todos los qué estaban afuera con la tormenta. La luz comenzaba a parpadear
Vientos fuertes provocados por tornados en la región norte, estaban lejos y se suponía que si trayectoria no afectaba a Louisville o los condados vecinos como goshen. Y de ser así los jáuregui tenían un bunker bien abastecido con alimentos y bebidas, incluso había camas, refrigerador, cocina completa. Mike siempre se preocupo por eso y en 30 años que había mantenido la casa jáuregui y el rancho nunca lo había necesitado.
Pasaron 2 horas más, karla desperto a tomar su mamila y camila la tomó en brazos hablándole lindo
-Hola preciosa, tienes hambre muñeca - Sonreía al verla como era de desesperada para comer - Eso es, despacio bebé, despacio mi amor pequeñita
Camila era tan tierna naturalmente qué con esas acciones no necesitaba perdón ni aprobación de nadie. Aún que Lauren ya estaba más que rendida a sus pies.
Después de qué karla comiera, camila le cambió el pañal y la volvió a dormir mirando el reloj. 2 am.
Suspiro tranquilizandose a sí misma. Nadie había vuelto y eso le daba paz. Quería decir que Lauren no andaba sola. Poco después se asomo a la venta y a lo lejos diviso unas luces que se movían irregularmente. Sonrío y agradeció a dios.
Tenía que ser lauren en el caballo y usando la linterna. De pronto las luces exteriores se encendieron, eran enormes lamparas que alumbraban potente unos 10 metros al frente y camila vio a Lauren montando a siena.
Corrió a llenar la bañera con agua caliente y bajó a la cocina a preparle un té. No quería qué se resfriara. Subió a la habitación con una bandeja y la tetera y espero a lauren que abrió la puerta. Venia sólo en ropa interior y muy empapada
-Mi amor! - camila salto a sus brazos abrazándola fuerte, la besó en la boca y luego la revisó completa asegurándose qué estaba bien. Suspiró aliviada - Dios mío, gracias que volviste con bien
Lauren sonrío y la beso de nuevo
-Estoy bien amor, solo me moje mucho
-Entonces vete a bañar, prepare la bañera y un té. Anda te esperó en la cama para ponerte un poco de ungüento
-Sí señora, ahora vuelvo - Lauren le dio otro beso y una caricia suave desde la espalda hasta él glúteo. - Te amo
Poco a poco en 4 meses camila había ido perdiendo el miedo a sentir las manos de lauren en partes mas privadas de su cuerpo. Y eso le alegraba. Aún no habían tenido sexo, besos muy cachondos sí, toqueteos encima de la ropa pero nada más. No se habian visto totalmente desnudas de nuevo.