Capítulo 8

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• Mike

(Un año atrás)

Miro mi reloj con nervios, mientras camino de un lado a otro nervioso, se supone que Eda Beck debería aparecer en este lugar, aunque mirándolo bien no es un lugar para ella, por lo que tengo entendido odia las discotecas o los lugares con mucha gente.

Entró al lugar en busca de Eda, pero sigo sin encontrarla, me siento en uno de los sofás rendido, pido algo de tomar y no tardan nada en traérmelo. La música de Sean Paul inunda mis oídos, mientras la gente baila.

Una mujer se acerca a mi con coqueteo, se sienta en mi regazo y empieza a besarme, no la aparto, yo también la beso, entonces por un momento siento que dejó de besar a la mujer para pasar mi vista a un hombre que acaba de llegar, con un traje muy elegante, y su pelo apunta para todos lados.

Me separó de la mujer para seguir a aquel hombre, llegó a uno de los pasillos de la discoteca, todo se vuelve mucho más oscuro ni siquiera se en donde estoy, intento volver con toda la gente pero un brazo me detiene, alzó mi cabeza para mirar al hombre de traje elegante y pelo despelucado.

¿Quien viene a una discoteca en traje? — es lo primero que pregunto

El ríe, mientras acerca su cara a la mía, trago grueso algo nervioso. Lo miro a los ojos un momento antes de pasar mi vista a sus labios, entonces de un momento a otro siento nuestras bocas unidas, el me besa como si nos conociéramos de hace años mientras que yo solo le sigo el beso y cada vez aprieto más su cabello.

— ¿Por que un agente del FBI se encuentra en una discoteca como esta?

Me quedo completamente pálido cuando veo que el hombre que acabo de besar es Klaus Beck uno de los integrantes de la mafia alemana.

— ¿Como...?

— No cualquiera tiene el descaro de seguirme, no cualquiera se acerca a mi — sonríe de lado — ellos me temen

— Pero yo a ti no

Nos mantenemos en silencio mientras no dejamos de mirarnos fijamente. Intento separarme de Klaus pero el no me lo permite.

— Te invitó una copa — sonríe de lado

Me agarra de la mano y me lleva hasta el montón de gente, nos sentamos en una de las mesas del fondo, Klaus llama a uno de los meseros que no tardan nada en llegar.

— Una botella de whisky

El mesero no dice nada, solo se me queda viendo. Puedo ver  la cara de molestia de Klaus pero no dice nada.

— ¿Como te llamas?

Jake — el niega con la cabeza

— Mentira

Silencio.

— Mike Lambert

Nos volvemos a quedar en silencio cuando el mesero vuelve a aparecer, deja la botella en la mesa y se marcha a la velocidad de la luz.

— ¿Que buscas?

— Quiero encontrar a una persona — le digo algo nervioso — Malia Martínez

— La esposa de Dmitry supongo

Asiento con la cabeza.

— Aunque no deseo encontrarla — le soy sincero — Ella hizo sufrir demasiado a mi mejor amiga

El me mira fijamente mientras toma de su whisky.

— ¿La odias?

— Es que no lo entenderías...

Me quedo mirándolo mucho tiempo que siento que mis mejillas se tiñen de rojo, apartó mi vista rápidamente mientras no dejó de ponerme cada vez más rojo.

— No la odio, pero cuando ellas se volvierón amigas, Camille empezó a ser diferente — suspiro — Se acostaba con todo el mundo por que Malia se lo decía, era como una competencia...

Klaus se acerca a mi mientras me vuelve a besar en los labios, me quedo mirándolo con los ojos abiertos y el solo me sonríe.

— Deseo probarte de todas las maneras posibles

Tener recuerdos con el no eran del todo buenos para mi estabilidad emocional, lo amo más de lo que llegue a amar a alguien y no tenerlo conmigo me lastima demasiado. La verdad es que no soy capas de dejar a Camille como Malia lo hizo, no puedo dejarla sola.

Cierro los ojos algo cansado, la puerta de mi oficina se abre dejándome a ver a una de las asistentes de la sede, deja unos papeles en la mesa y se marcha sin pronunciar nada. Los observo de reojo, pongo mala cara cuando se de que tratan. De mala gana salgo de la oficina para dirigirme a la cafetería en donde se encuentra Camille, me quedo completamente quieto cuando la veo con Ryan, ella parece incómoda, pero no dice nada.

Al estar cerca de ella me ganó la mala cara de Ryan, no me molesto en saludarlo, es un idiota que ni merece a mi mejor amiga.

— Te veo en la noche, ¿vale?

— Claro — dice algo desanimada

Saliendo de la sede, me subo a mi auto, conduzco a toda velocidad hasta detenerme en la casa de Klaus, me bajo del carro furioso mientras me dirijo a la puerta antes de que pudiera tocar abren la puerta. Klaus me mira de arriba a abajo sin entender que es lo que pasa.

— No deberías estar acá...

— Estoy cansado — eso parece sorprenderlo —, necesito de ti te quiero conmigo estoy cansado de la vida que llevo...

— ¡No! — el me agarra de la cara — Aléjate de mi

Sus manos acarician mi cara con tanta delicadeza, sus ojos se llenan de lágrimas, me acerco a él haciendo que nuestros labios se rocen. Klaus suspira pesadamente antes de besarme con ansias como si su vida dependiera de ese beso. Agarra mi cabello con fuerza y me estampa contra la pared y me sigue besando. Se separa de mi con la respiración agitada.

— ¿Que es lo que deseas? — me pregunta mientras no deja de mirar mis labios

— Quiero estar contigo, a pesar del riesgo que eso pueda causar — le soy honesto — Te quiero conmigo, que solo seamos tu y yo

El se queda en silencio, pasa su vista a mis ojos antes de sonreírme.

— Ten presente que si quieres estar conmigo, toda tu vida cambiará — el agacha la cabeza — Estarás conmigo, pero en la mafia no es el FBI. No quiero ver que seas infeliz, no podrás salir a la calle como una persona normal, no podrás hablar del todo con tu familia y...  tal vez no puedas estar todo el tiempo con Camille y Carina. ¿Estas seguro de que quieres esto?

Las palabras de Camille vienen a mi mente "Soy feliz si tu lo eres, Mike eres como mi hermano y lo único que deseo es verte feliz"

¿Me aceptarías en tu mundo?

— Siempre

Nunca me arrepentiría de esto, el era mi felicidad es me hace querer vivir. Solo de una cosa me arrepiento, es de no haberlos conocido.

Siempre Seras Tu (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora