Capítulo 1

77 5 6
                                    

Camino a casa como cada día, hace lluvia y no tengo mucho que llevar a casa. Va a molestarse, el no estará contento y no encuentro un trabajo... quiero ser mayor, trabajar como mi mamá, pero nadie da empleo a un niño. Mi hermanita me estará esperando, con aquella bella sonrisita mientras lo más seguro es que este dormida o viendo al techo. Cosas que solo los bebés saben hacer.


Al llegar procuro cerrar la puerta con cuidado corriendo fugazmente antes de que el me vea... le tengo miedo, mucho miedo.


Entro al sótano y veo a Mía en su caja con cobijas, sé que en este momento sonrío como un idiota, pero no creo que tenga nada de malo, es mi hermana. Acaba de nacer, sé que la voy a proteger muchísimo cuando vaya al kínder aunque dudo que pueda ir.


Los pasos se escuchan cerca, el viene y rápido tomo la caja escondiéndola bajo un mueble pequeño


-¿Qué hay ahí enano?- Su voz es muy firme y seca, no quiero, quiero que se valla lejos


-N...No es nada, quería ver si había una libreta... es todo señor.


Su brazo me toma de la camisa nueva que mami me acaba de comprar por mi octavo cumpleaños, no quiero que la rompa... esta no, es especial. Ciento un fuerte golpe, ¡arde! Me duele demasiado


¿Por qué?


¿Ahora qué hice?


Siento mi mejilla arder con tremenda fuerza y me la sobo con fuerza para tratar de desvanecer el increíble dolor que siento. Lo único que logro es que me de otra con las fuerza hasta sentir ese sabor a metal en mi boca.


- ¡RESPONDEME! -alza la voz más de lo que normalmente lo hace. Agradezco por un lamento que mi hermana no pueda escuchar esta pelea y llore, cierro mis ojos con fuerza -Maldita sea Yered, respondeme de una buena vez si no quieres que el siguiente golpe vaya a tus costillas.


Miedo.


-P...Por favor para - mi mami, me ha venido a salvar solo a mí... -por favor... él no sabe, es un niño aun y... y...


- ¿Acaso vienes a mí a decirme que hacer? Te recuerdo que si no fuera por mí estarías en la calle pudriéndote con tu hijo -está furioso y mis ojos ven lo peor que él le puede hacer a madre. Veo como le lanza un puñetazo con tremenda fuerza y se va.

Es muy malo.


Jeff.


Una simple palabra que hace que me estremezca desde lo más profundo de mí, es como el coco que está bajo mi cama, pero él es mucho más siniestro.

No nos deja irnos.


No podemos escapar.


-Yered... podrías -ella me habla, ha tratado desde hace mucho tiempo sacarme de aquí, pero nada da resultado -Y...Yeri- corre hacia mi abrazándome, lo único que hago es sentir su aroma y llorar, ¿Por qué me pasa esto a mí?


- quiero irme... ya no quiero


-Promete que cuando seas libre te llevaras a Mía lejos de ellos, mi pequeño - sé que está llorando


-Lo prometo -sonrío, no puedo evitar sonreír cuando estoy con ella. Tiene una sonrisa que te llena de alegría y te hace sentir feliz a pesar de todas las dificultades.


Mi madre es una mujer fuerte.



*/

Hola! muchas gracias por leer ^^ realmente agradezco, perdón si hay fallos críticos o si mi narración es muuy mala (lo sé, soy de lo peor u.u) pero ojalá que comprendan pues es mi primer proyecto y eso me hace estar algo nerviosa

Espero que voten:D eso me haría muy feliz y también en pensar en si subir un capitulo nuevo o simplemente abandonar:c o reintentar


Graciaas ~ Bises!

/*

La primera sinfoníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora