Capítulo 3

1.4K 232 13
                                    


El beta, al tomarse un poco de tiempo recordando, pensando y analizando bien toda su niñez, se dio cuenta de que Haruchiyo Akashi, tenía un odio inexplicable hacia él, trato de entender su repudio al pasar de los años, pero siempre terminaba más c...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El beta, al tomarse un poco de tiempo recordando, pensando y analizando bien toda su niñez, se dio cuenta de que Haruchiyo Akashi, tenía un odio inexplicable hacia él, trato de entender su repudio al pasar de los años, pero siempre terminaba más confundido y sin respuestas.

No desea revivir esos momentos con él, le da escalofríos al solo pensar en su reencuentro, prefiere salir con otras personas antes que Haruchiyo.

¿Puedo quitarlo de la lista? — Pregunto a la vez que saco el expediente de la carpeta, colocando específicamente al final, no obstante lo detuvieron.

No.

¿Por qué? — Con gran pesar le mencionó a su madre, arrastrando el "que" con la pregunta.

Trata de conocerlo, es un buen chico, podría ser un buen marido para ti. — Quedó estático por tal respuesta, observándola con gran obviedad, ¿es acaso una broma punk?

Estamos hablando de la misma persona, ¿verdad?

Sé serio en este asunto, ya no eres un niño. — Su madre respondió con disgusto.

Lo estoy haciendo, pero me ponen en esta situación. — Argumento frustrado, para proseguir. — No lo quitaré, sin embargo, lo pondré en la mitad o al final, si es posible.

Su padre solo reía por la interacción de su esposa e hijo, él en realidad deseaba que su hijo viviera su propia vida, estando casado o soltero, no obstante no quería que su esposa se molestara con él, por el tipo de pensamiento que tenía.

Dejen de pelear y escojan a un solo alfa, ya que tengo hambre. — Su esposa lo miró amenazante desde lejos, causando terror al pobre hombre. — Bueno, solo digo.

¡Es el futuro de tú hijo! ¡No podemos tomarlo a la ligera!

Estoy de acuerdo contigo, papá, deberíamos cenar, yo también estoy hambriento. — Con entusiasmo se levantó con su padre, pero antes colocó sobre la mesita del centro la foto e información del primer alfa, ignorando de paso los gritos y rabietas de su madre. — Aiko, prepara la mesa, por favor.

Si, joven amo. — Rápidamente, la mucama corrió a la cocina, apenas pisó el lugar, gritó y realizó señales a los otros empleados, dando entender que comenzaran los preparativos.

Las mucamas y mayordomos estaban felices del regreso de Takemichi, debido a que durante todo su matrimonio era muy difícil de verlo, y las veces que visitaba a la familia era de manera muy rápida. Todos ellos le tienen un cariño tan grande, dado que lo vieron crecer y convertirse en un hombre amable, dulce y atento, en ocasiones sienten lástima por él, puesto que sus padres siempre lo presionan en su futuro, les dejo un mal sabor de bocas en como termino su primer matrimonio.

¿Es difícil ser beta?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora