Capítulo único

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Disclaimer

Esta historia está participando en el concurso Había Una Vez de plumitasV. Es un fanfic de MLB, retelling de La Bella Durmiente.

Palabras: 14,757


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Había sangre en los adoquines y el rastro de algo pesado salía de ella.

Aunque ya estaban acostumbrados a su rutina de noche -las manchas de sangre, el aire frío con olor a hierro y sal, los gritos de un desamparado en la distancia- eso no hacía que los Milagros se sintieran menos atemorizados de lo que solo ellos y la luz de luna sabían. Los gritos volvieron a resonar, filosos y desesperados, como un chirrido desgarrador que rompía la noche en mil pedazos. Con el corazón amenazando con salirse de su pecho, Ladybug avanzó.

Gran parte de la calle carecía de iluminación. Con el paso del tiempo y enfrentamientos las bestias las habían destruido y ya no hacía gracia reemplazarlas, o eso creía la corona. De todos modos Ladybug avanzó con falso valor. No importaba cuantas veces tuviera que encontrarse con uno, la mera presencia de esas... cosas ocasionaba que la bilis subiera por su pecho, amenazando con derretirla de miedo desde dentro, y que sus huesos quisieran abandonar su cuerpo. Aun así siguió el rastro de sangre, pues por más que ella deseara no tener que dar cara lo cierto era que era la única con la oportunidad de hacer algo al respecto.

Tragó saliva cuando logró vislumbrarlo. El quiróptero estaba lamiendo la espalda de lo que, no lo sabía a ciencia cierta, parecía una niña, que bien podría haber sido su hermana menor. El cabello le cubría la parte de la cabeza que podía verle, sin saber si era la cara o el cráneo, y se le vislumbraba húmedo de algo tan viscoso como asqueroso. Las garras, gruesas y afiladas, sucias y grises, estaban enterradas en su muslo mientras la bestia lamía con tétrito deleite la sangre que brotaba de la espalda del pequeño cuerpo. Sus ojos amarillentos y lechosos parecieron darle una breve hojeada a Ladybug para luego determinar que la sangre era mucho más importante que la heroína. Sus orejas puntiagudas estaban manchadas de sangre y estaban hacia abajo, indicando que realmente no le estaba prestando atención.

Sin notar que contenía el aliento, Ladybug atacó.

-Amuleto encantado.

Su poder le entregó una espada. La única forma de acabar con los quirópteros era decapitándolos, así que cada noche su amuleto encantado le otorgaba lo mismo. La luz de su magia fue suficiente para que el monstruo se pusiera alerta y soltara a su víctima, quien impactó el suelo con un desagradable sonido, como el de una fruta demasiado madura que cae de un árbol.

-¡Caparazón! -gritó Carapace tras Ladybug al ver que el quiróptero se había acercado demasiado rápido. Entonces ambos lo notaron: tenía alas. Esos eran los más complicados de detener, pero hoy estaban todos en servicio. Aún tenían oportunidad.

La criatura soltó un grito desde lo más recóndito de su ser, frustrado. Era un chirrido molesto, como el de dos navajas oxidadas colisionando entre sí. Carapace se tambaleó un poco, afectado, pero el escudo que había conjurado no se había deshecho.

-¿Necesitaremos otro intento? -le preguntó Viperion a Ladybug, apunto de utilizar su poder.

-Todavía no -dijo ella-. Todavía no es demasiado tarde.

El decimotercer sueño. | MLB | One-Shot #HUV2022 #HabíaUnaVez22 #HalloweenMLB22Donde viven las historias. Descúbrelo ahora